Educación¿Cuándo saber si un niño está preparado para leer? 8 requisitos fundamentales

¿Cuándo saber si un niño está preparado para leer? 8 requisitos fundamentales

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Aprender a leer es una tarea compleja. Y comprender lo que se lee también. Para iniciar este proceso con éxito, es fundamental que nuestro hijo esté preparado para ello. Y esto no es una cuestión de edad, sino de madurez. Os mostramos los indicadores que nos señalan cuándo está nuestro hijo preparado para iniciar con éxito la difícil tarea de aprender a leer.

El proceso de aprendizaje de la lectura es complejo. Implica la coordinación y madurez de diferentes sistemas cerebrales. También del desarrollo y maduración del niño.

Aunque se recomienda familiarizar a los niños con la lectura desde bebés, no significa que por empezar antes a observar libros, se vaya a adquirir antes este aprendizaje. Aunque, ojo, ayuda. Para ello son fundamentales algunos requisitos relacionados con el desarrollo psicomotor, emocional y neuronal del niño.

El desarrollo del bebé al nacer es muy limitado. Sorprende que a pesar de saber hacer pocas cosas, haga las suficientes para sobrevivir mediante la comunicación con los padres con su primer lenguaje: el llanto.

A pesar de sus limitaciones de movimiento, el bebé está capacitado para demandar alimento o reclamar atención, fundamental para su supervivencia.

El bebé va adquiriendo las habilidades necesarias para iniciar nuevos aprendizajes en función de la madurez de su organismo. Aprende a sentarse, a voltearse, a emitir sus primeros sonidos o a comunicarse y expresar lo que necesita…

Estos aprendizajes están relacionados con su maduración cerebral.

¿Cómo afecta el desarrollo del cerebro al aprendizaje de la lectura?

Para entender cómo aprendemos a leer o cómo se produce el proceso de comprensión lectora, es fundamental entender cómo es el funcionamiento del cerebro. Según el Dr. Jordi Catalán, Licenciado en medicina y cirugía por la Universidad Central de Barcelona y especialista en el desarrollo infantil, los seres humanos nacemos con «tres especies de cerebros»:

  • El reptil, que permite desarrollar y estructurar los movimientos. Formado por el tronco cerebral (médula, puente y bulbo raquídeo) y cerebelo, es el responsable del desarrollo psicomotor. Se activa en la etapa uterina mediante los movimientos reflejos que preparan al bebé para nacer.
  • El mamífero, relacionado con los aspectos emocionales. Formado por el sistema límbico (amígdala, tálamo, hipotálamo, hipocampo y glándula pineal), es el responsable del desarrollo emocional. Se activa a medida que el niño se va desarrollando y es fundamental para que los estímulos emocionales lleguen con intensidad adecuada a la capacidad de las neuronas.
  • El humano, que permite desarrollar los aprendizajes más evolucionados desde el punto de vista humano. Formado por el hemisferio izquierdo, el hemisferio derecho y el cuerpo calloso, estructura que conecta los dos hemisferios y permite desarrollar los procesos de aprendizaje más evolucionados desde el punto de vista humano.
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«La correcta armonía en la ejecución de los movimientos permitirá que las otras estructuras cerebrales, las que organizan lo emocional y lo mental, se vayan activando con buen equilibrio», señala el Dr. Catalán. Por tanto es fundamental que la evolución, coordinación y madurez de estos tres tipos de cerebros se realice correctamente para que el aprendizaje de la lectura se realice con éxito.

8 requisitos fundamentales para iniciar el aprendizaje de la lectura

El desarrollo de la comprensión lectora está basado en la maduración del niño para integrar y alcanzar este objetivo. Hay niños que maduran más rápido y otros más lentamente. Y son completamente normales. Si el aprendizaje de la lectura no depende de la edad pero sí de la madurez, ¿cuáles son los requisitos fundamentales para aprender a leer? 

1. Tener una movilidad adecuada

Para aprender a leer es fundamental que el niño se pueda mover adecuadamente, que tenga buena coordinación de los movimientos.

Si no sabe moverse en los movimiento amplios (motricidad gruesa), tampoco sabrá moverse en los movimientos finos (motricidad fina), como los de rastreo visual.

Para saber si un niño tiene una coordinación motora adecuada es fundamental que sepa saltar a la pata coja o montar en bicicleta, por ejemplo.

Si un niño se cae con facilidad o es más torpe tiene muchas más probabilidades de desarrollar problemas de aprendizaje en el futuro.

Por esta razón es muy importante estimular a los bebés desde pequeños, para que vayan adquiriendo más habilidades.

2. Dominar y controlar los movimientos

Para que el aprendizaje de la lectura y la comprensión lectora se desarrollen con éxito es fundamental el dominio y control de los movimientos.

La lectura implica quietud, tranquilidad, sosiego y concentración.

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Un niño que se levanta de la silla con frecuencia, que no controla la necesidad de moverse, puede tener más dificultades de aprendizaje de la lectura.

Por ejemplo los niños diagnosticados con el Trastornos por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

3. Poseer una organización visual correcta

En el proceso de aprendizaje de la lectura es fundamental poseer una buena visión, con buenos movimientos visuales y una buena coordinación del movimiento fino.

Para leer es fundamental seguir las líneas sin que haya saltos.

Si los ojos no se mueven bien, vamos a exponer al niño ante una actividad que no tiene facilidad para desarrollarla.

Esto podría ocurrir con los niños con dificultades o problemas de visión como la miopía o el estrabismo.

4. Adquirir un vocabulario rico y maduro

En el proceso de aprendizaje de la lectura también es importante que el niño adquiera un nivel adecuado de vocabulario y que sea capaz de expresar las ideas con claridad.

Un niño que no se expresa correctamente o que habla mal, díficilmente podrá leer bien porque le falta información de base en el proceso del lenguaje y de la lectura.

Por esta razón se recomienda empezar a leer libros desde temprana edad y acompañarles en este proceso ayudándoles a estimular el interés por la lectura con distintos tipos de libros para cada edad.

5. Desarrollar la capacidad de escucha

Cuando estamos leyendo, nos estamos escuchando. Por esta razón es importante que el niño sea capaz de escucharse a sí mismo.

Hay niños que tienen dificultades auditivas y les resulta complicado comprender lo que están leyendo porque no se escuchan.

Existen algunas señales de alerta que nos advierten que nuestro hijo puede tener problemas de audición.

Estos niños tienen una predisposición negativa para el ejercicio de la escucha.

6. Desarrollar una lateralización adecuada

En el proceso de aprendizaje de la lectura también es importante tener una lateralidad bien definida.

Para leer es fundamental seguir la dirección de la lectura y de las sílabas.

También es importante tener una buena orientación espacial para realizar este trabajo mecánico y procesar correctamente la información.

Los niños que pueden tener dificultades en el aprendizaje de la lectura son los niños con lateralidad cruzada, ambidiestros o lateralidad contrariada.

7. Tener motivación

Para aprender a leer, también es fundamental la motivación, las ganas por aprender, por saber más.

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Para que tenga ganas es fundamental que el niño tenga una buena autoestima y autoconcepto de sí mismo.

Si un niño que inicia el proceso de aprendizaje se confunde al empezar a leer y los padres son severos o exigentes con sus comentarios, el niño se creerá que no es capaz y se desanimará.

El niño por tanto activará un mecanismo de defensa que le bloqueará y probablemente hará que pierda el interés por la lectura.

8. Seguir un buen método de aprendizaje

El sistema de aprendizaje para aprender a leer tiene que ser el adecuado para la capacidad madurativa del niño.

Existen varios métodos de aprendizaje para aprender a leer: el método global y el método analítico.

Hoy en día además existen múltiples recursos que pueden ayudar a los profesores a hacer más atractiva esta tarea. 

¿Cómo es el proceso de comprensión lectora?

En el proceso de comprensión lectora intervienen el hemisferio izquierdo, el hemisferio derecho y el cuerpo calloso.

El hemisferio izquierdo, que representa a nuestra parte más analítica, sistemática y concreta, decodifica cada una de las palabras que están escritas. Cuando las leemos, el hemisferio izquierdo se encarga de traducir en sonidos cada uno de los símbolos gráficos que están expuestos en la escritura. Y las traduce y almacena en su conocimiento para poder traducirlas al lenguaje de la vida cotidiana.

El hemisferio derecho, que representa a nuestra parte más creativa, es el que interpreta lo que el hemisferio izquierdo está leyendo. El cuerpo calloso es el que coordina estás dos estructuras.

Por tanto es muy importante que la función de los dos hemisferios sea adecuada en este intercambio de comunicación. 

Fuentes consultadas

*Este artículo es divulgativo. En ningún caso sustituye la opinión de un médico. Para cualquier duda, consulta a tu especialista.

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