La primera fase del parto consiste en la progresiva dilatación del cuello del útero, que va acompañada de contracciones. Al principio de la fase de dilatación, las contracciones se producen cada 15 – 20 minutos, en lo que se conoce como fase temprana. En la fase activa de la dilatación, la intensidad y frecuencia de las contracciones aumenta. En la fase de transición, el cervix alcanza los 10 cm de dilatación.
Durante la primera fase del parto se produce la dilatación del cuello del útero en tres fases:
- Fase latente o temprana de la dilatación
- Fase activa de la dilatación del cuello uterino
- Fase de transición de la dilatación
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Fase latente o temprana de la dilatación
Empieza cuando el cérvix, que permanecía cerrado, comienza a dilatarse hasta 2 o 3 centímetros, algo que normalmente ocurre estando en casa. Antes de dilatarse, el cuello del útero, de longitud normalmente superior a 3 centímetros, debe pasar por el proceso de acortamiento progresivo denominado borramiento. Es decir, se acorta antes de abrirse. Las contracciones son aún suaves y se repiten cada 15 ó 20 minutos con una duración de entre 60 ó 90 segundos.
Cuando las contracciones son más seguidas y se repiten cada 5 minutos, es el momento de acudir al hospital. En ocasiones se produce una expulsión de fluido mucoso por la vagina debido al desprendimiento del tapón mucoso.
Fase activa de la dilatación del cuello del útero
El cuello del útero se dilata entre 4 y 8 centímetros. Las contracciones se producen cada 3 minutos y son más intensas. Esta es la fase generalmente más molesta del proceso.
Fase de transición de la dilatación
Se produce la dilatación total del cérvix hasta los 10 centímetros. Las contracciones se repiten cada 2 ó 3 minutos con una duración de 1 minuto. Esta última fase de la dilatación es muy cansada porque la intensidad de las contracciones aumenta. Los últimos centímetros de dilatación se suelen producir en un espacio de tiempo muy breve. En ocasiones, la mujer puede sentir mareos, náuseas, ganas de evacuar, dolor en el recto y calambres en los glúteos.
Para controlar las ganas de empujar en esta fase, la mujer debe practicar la respiración de jadeo. También puede utilizar otras técnicas de respiración o relajación para controlar el dolor cada vez más intenso de las contracciones, siempre que no se le haya administrado analgesia epidural.