Algunas parejas proceden de culturas distintas y enseñan a hablar a su hijo en su lengua materna. Por ejemplo, una madre puede hablarle en inglés y un padre en castellano. Ésta es una decisión personal de cada padre y madre. Los niños bilingües pueden tardar más tiempo en hablar. Sin embargo, este proceso se asimila mejor desde el nacimiento. Una de las ventajas de aprender dos o más idiomas en la infancia es la facilidad para aprender otros idiomas en el futuro.
Una duda que a menudo tienen los padres que proceden de distintas culturas es sobre si enseñar al bebé dos idiomas a la vez o limitarse a uno solo. Cada pareja puede tomar la decisión que le parezca más conveniente.
Quizá lo más natural es que cada miembro de la pareja se dirija al bebé utilizando su propia lengua materna. El bebé irá aprendiendo poco a poco los matices de cada una de las lenguas, asimilándolas en un periodo precoz.
Es posible que observen que el bebé tarda más tiempo en hablar, pero a fin de cuentas, el niño está haciendo un trabajo «doble». La «inmersión lingüística» facilita el aprendizaje de los detalles profundos de un idioma, que rara vez se logra cuando el idioma es aprendido solo a nivel «académico» (en escuelas, cursos o academias).
Cada nuevo idioma aprendido facilita el aprendizaje de otros más. En cualquier caso, en el mundo actual, es una gran ventaja poder manejar más de dos lenguas.
También conviene tener en cuenta otros aspectos y circunstancias especiales como:
- ¿Viven en el país de uno de ellos? En ese caso, uno de los idiomas va a ser reforzado de forma natural con la convivencia con otros niños, la guardería, etc.
- ¿Uno de los dos idiomas es muy extraño y apenas va a tener posibilidades de utilizarlo en el futuro? Aunque sea así, el padre procedente de esa cultura tiene derecho a trasmitírselo a su hijo aunque le parezca poco «práctico» enseñarle un idioma poco corriente. Es un aprendizaje que, aunque parezca inútil, permite el desarrollo de conexiones nerviosas que facilitan otros aprendizajes futuros.
- ¿Los padres hablan un idioma distinto del país en que viven? En la medida de lo posible, deben facilitar que el bebé aprenda el idioma del país de acogida. Será sencillo en cuanto tenga relación con otras familias o lo lleven a la guardería. Esto favorecerá la adaptación del niño a su nuevo país. También puede servir para facilitar la integración de los propios padres.
- ¿Los padres hablan cada uno un idioma que además es diferente del que se habla en el país en que viven? Quizá sea excesivamente complicado enseñar al niño tres idiomas al mismo tiempo. Lo más probable es que uno de ellos sea abandonado por la familia.