El dibujo infantil es un medio de expresión muy importante en los niños. Las características del dibujo infantil evolucionan parejas al crecimiento del niño. El desarrollo de la psicomotricidad fina y el desarrollo cognitivo del niño influyen enormemente en el dibujo. Así, cuando son pequeños, los niños garabatean. A medida que van creciendo, sus dibujos son más detallados y organizados.
Desde tiempos inmemoriales, mucho antes de que apareciera la escritura, el dibujo ha sido una de las principales herramientas para la expresión. Aunque con el tiempo los materiales y las técnicas han cambiado, el dibujo es algo muy presente en nuestra vida, sobre todo en la vida de los niños.
El dibujo evoluciona al mismo tiempo que nuestros hijos, siendo al principio un garabato carente de sentido, hasta llegar a dibujos muy completos y elaborados. Es un elemento vital para el desarrollo del bebé, puesto que con el dibujo se desarrollan aspectos como la psicomotricidad, la creatividad y la expresividad; se crean las bases para la escritura; e incluso ayuda a desarrollar la personalidad del bebé.
El profesor austríaco Viktor Lowenfeld clasificó las etapas por las que pasan los dibujos de nuestros hijos desde que éste es capaz de sujetar un lápiz hasta que define su estilo de dibujo y perfecciona su técnica con 14 años. Nosotros nos centraremos en las dos primeras etapas, las más importantes en su desarrollo. A partir de esas dos etapas, los dibujos tendrán formas reconocibles y su evolución se centrará más en su técnica y mejora, convirtiéndose ya, en dibujos adultos.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Etapa del Garabato en los niños de 2 a 4 años
En esta etapa, que dura desde los 2 años hasta los 4 años, el bebé pasa por diferentes fases, pero en todas ellas no hay intención de representar nada, simplemente el pequeño traza y disfruta con el movimiento.
Fase1: Garabateo descontrolado en los niños
Con 2 años, el bebé empieza a dibujar sus primeros trazos, pero aún no sabe que puede dominar esos trazos y hacer con ellos lo que quiera. Se despista con facilidad y no siempre mira al papel mientras dibuja, por lo que tan sólo estará unos pocos minutos dibujando. En esta etapa los garabatos no pretenden representar nada, sino que sirven para el desarrollo motor del niño, siendo una actividad física más que psicológica. El bebé comprende que dibujar es algo agradable, y cada vez disfruta más con el movimiento.
En la imagen de la derecha vemos el dibujo de Teo, un niño de 2 años. En el análisis de su dibujo observamos que no presta demasiada atención a lo que está haciendo y no se da cuenta de que es él quien está haciendo esas líneas.
Fase 2: Garabateo controlado en los niños
Sobre los 30 meses, el niño empieza a darse cuenta de que hay cierta relación entre los trazos del papel y sus movimientos, por lo que garabatea con más entusiasmo e intenta variar sus movimientos. El niño empieza a desarrollar su capacidad mano-ojo y a situar sus dibujos en un espacio. Los colores aún no tienen importancia, puesto que sigue siendo una etapa muy física.
En la imagen de la derecha observamos el dibujo de Jon, un niño de 3 años. En su dibujo se nota mucha más intención y formas.
Fase 3: Garabateo con nombre en los niños
Entre los 3 y 4 años comienza una nueva etapa de mucha importancia en el desarrollo del niño. Ahora empieza a dar significado a sus dibujos («Éste soy yo en la piscina», «He dibujado a mamá y a papá paseando conmigo»), aunque nosotros no podamos reconocer nada.
El pensamiento del niño está cambiando, pues ahora es capaz de controlar sus movimientos y dibujar lo que pretende. Dedica más tiempo a sus dibujos y sus garabatos cambiarán de forma notable. Ahora están mejor distribuidos en la página y a veces incluso intentará escribir cosas.
En esta etapa es vital que el adulto no dé a conocer su versión del dibujo. Hay que dejar que el niño nos cuente lo que dibuja y dejarlo terminar, para no cambiar lo que está pensando. Empieza a utilizar los colores de forma intencionada, aunque eso no significa que coloree los objetos con el color que les corresponde, sino que lo hará con el que a él le apetece.
En el dibujo de la derecha Ariane, 3 años, realiza un dibujo que podemos asociar a la fase del garabateo con nombre. Aunque a nuestros ojos puedan parecer alienígenas o algún ser extraño, la niña nos cuenta que se ha dibujado a ella con su mamá jugando en el parque. En la esquina superior derecha, ha intentado con bastante éxito escribir su nombre.
Etapa preesquemática en los niños de 4 a 7 años
Desde los 4 años hasta los 7 años, el niño alcanza la cumbre de la evolución de su garabateo. Ahora los trazos tienen formas reconocibles y normalmente lo más dibujado serán figuras humanas.
Ahora, mejor que nunca, pueden apreciarse pequeños matices con los que podremos comprender varios aspectos de su vida, desde la situación familiar hasta traumas. Los colores van siendo cada vez más fieles a la realidad, aunque como en la etapa anterior muchas veces simplemente escoge el color que le apetece según lo que quiere expresar. Sus dibujos son mucho más ordenados, les dedicará más tiempo y será más constante en su tiempo de dibujo, sin apenas distracciones.
En la imagen de la derecha vemos un dibujo de Álvaro, un niño de 5 años. Ha dibujado a su familia junto a su casa, muy colorida. Los objetos pueden identificarse sin ningún problema.
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