La mayoría de los españoles desconoce realmente qué es el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). De hecho, uno de cada tres españoles asocia el TDAH a una vida familiar y escolar desorganizada. Sin embargo, esta afirmación no es del todo cierta. Según la evidencia científica, el 80% de los casos se debe a factores genéticos, aunque también puede deberse en menor medida a otras causas, como haber tenido dificultades en el nacimiento.
Estos son algunos datos del estudio «Conocimiento de la población general sobre TDAH«, realizado bajo el marco de un proyecto pionero conocido como Pandah.
El objetivo del Plan de AccióN en tDAH (Pandah) es evaluar el impacto del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad en España. Para ello, un grupo de especialistas, integrado por asociaciones de afectados, pediatras, educadores, psicólogos y psiquiatras, trabajará de forma conjunta durante tres años con el fin de proponer soluciones a este difícil problema que sufren muchas familias.
A la presentación del proyecto Pandah acudió un equipo multidisciplinar de especialistas, integrado por Maite Artés, Directora General de Adelphi; Dr. César Soutullo, Coordinador del proyecto y Director de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Clínica Universidad de Navarra; Fulgencio Madrid, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al TDAH e Isabel Orjales, profesora de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Facultad de Psicología de la UNED.
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¿Qué sabes del TDAH? Datos del primer estudio Pandah
El punto de partida para los actores implicados en el Plan de AccióN en tDAH (Pandah) era evaluar el nivel de conocimiento que tiene la población española sobre este trastorno. Para ello se realizó una encuesta a cerca de 800 personas de toda España. A continuación os mostramos los principales resultados.
1. Un 60% de la población desconoce qué es el TDAH
El TDAH es un trastorno neurológico que se produce por una afectación de la parte frontal del cerebro. Esta zona es la que se encarga de planificar y ejecutar las acciones que realizamos con un objetivo final a la vista. De forma que si algo nos distrae, somos capaces de atender o no esa distracción, pero nuestro cerebro nos da la orden de retomar la línea que anteriormente estábamos realizando. Un niño con hiperactividad no es capaz de hacerlo: se distrae fácilmente y es incapaz de controlar su comportamiento impulsivo.
2. El 70% de la población piensa que el TDAH solo afecta a niños
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad se manifiesta principalmente en la infancia, alrededor de los 3-4 años. Sin embargo, se trata de un trastorno crónico que continúa en la adolescencia y persiste en la edad adulta. En España un niño de cada clase, aproximadamente 300.000 niños, tiene TDAH y se estima que 1.400.000 adultos también lo sufren.
3. Uno de cada tres asocia el TDAH a un entorno desorganizado
En el 80% de los casos, el origen de TDAH se debe principalmente a factores genéticos. Sin embargo, también existen amplios estudios que demuestran que el hecho de que la madre fume en el embarazo multiplica por tres el riesgo de que el bebé desarrolle TDAH en sus primeros años de vida. En menor medida, el TDAH puede deberse a factores psicológicos, como vivir en un entorno familiar desorganizado, o también a factores ambientales: someter a los niños a un elevado nivel de estrés (estudios, deberes, extraescolares, deportes…)
4. El 40% de la población desconoce los tratamientos de TDAH
Solo el 60% de los entrevistados conocía la existencia de algún tratamiento o intervención sanitaria para el TDAH. La intervención psicológica es la que más se conoce. Sin embargo, está ampliamente demostrado en estudios científicos que el tratamiento más eficaz debe ser una combinación de medicación, apoyo psicoterapéutico y apoyo en la escuela.
5. El 3% considera que el TDAH no produce ninguna limitación
La realidad revela que existen numerosos efectos negativos en caso de no abordar el TDAH a temprana edad. Desde el punto de vista sanitario, los niños con TDAH tienen mayor riesgo de sufrir depresiones o trastornos de ansiedad. En el ámbito educativo el niño puede ser víctima del fracaso escolar. El TDAH también tiene un impacto en la vida de los adultos: les cuesta más mantener un puesto de trabajo, mantener una estabilidad familiar, tienen más accidentes de tráfico o son más propensas al consumo de ciertas sustancias, como drogas o alcohol.