Los llamados «grandes prematuros» o los prematuros de bajo peso pueden presentar, en algún momento, ciertas dificultades en la escuela. Por ello, convendrá someter al niño a revisiones periódicas de su desarrollo mental a partir de los 3-4 años. Existen unos programas de Estimulación Precoz para los casos de retardo en el desarrollo intelectual, muy eficaces especialmente cuando los padres se involucran en ellos.
Los bebés prematuros sin complicaciones no suelen tener ninguna limitación en el desarrollo de su inteligencia.
Por el contrario, los “grandes prematuros” o bebés de muy bajo peso (inferior a 1.500 grs.) pueden tener limitadas sus capacidades como resultado de la inmadurez y las diferentes complicaciones padecidas.
Conviene que se hagan revisiones periódicas del desarrollo mental del bebé, especialmente a partir de los 3-4 años.
Los resultados no deben ser tomados como un diagnóstico definitivo, pues sólo miden la “edad intelectual” en un momento del desarrollo.
Conviene incluir al bebé en programas de Estimulación Precoz para favorecer que el bebé desarrolle al máximo sus posibilidades y recupere deficiencias.
Los padres deben involucrarse activamente en tales programas. Cuando el niño llegue a la escuela, puede que necesite apoyo extra.
Esto puede consistir en:
- Dedicación especial por algún profesor en uno o varios aspectos
- Material educativo adaptado a sus limitaciones físicas o psíquicas: tableros de imágenes o pictogramas, ordenadores…
- Material escolar adaptado a su limitación física: pupitres, sillas especiales, soportes para la mano o el lápiz…
Por tanto, conviene que los padres se informen de los centros escolares que dispongan de este tipo de ayudas y facilidades a la integración.