Actualmente, cuando nace un bebé se recomienda a los padres que acudan al pediatra una vez, como mínimo, durante el primer mes. Sin embargo, si el recién nacido presenta una pérdida de peso excesiva durante la primera semana o una ictericia prolongada, entre otras afecciones que te indicamos en el artículo, deberás llevar a tu hijo al médico.
En todas las Comunidades Autónomas el sistema público de salud ofrece a la población diferentes programas preventivos. Uno de ellos se refiere al seguimiento de la salud de los bebés lactantes y niños pequeños.
En el Centro de Salud más próximo se puede conseguir la información sobre estos programas de salud.
Por lo general, se recomienda una o dos visitas al pediatra durante el primer mes, más veces si hubiera algún problema que requiriese seguimiento como, entre otros:
- Dificultades con la la lactancia materna
- Pérdida excesiva de peso durante la primera semana
- Ictericia prolongada
- Malformaciones congénitas
Conviene recordar la realización de las pruebas metabólicas entre los 7 y los 15 días de vida (Fenilcetonuria). La finalidad de estas revisiones periódicas es comprobar que los bebés se desarrollan con normalidad y detectar precozmente cualquier problema que pueda ser tratado.
Antes de estas visitas programadas es aconsejable hacer una pequeña lista de aquellas dudas que se desee consultar.
En algunos centros de salud, varias de las visitas periódicas las realiza un enfermero o enfermera especialmente formado en salud infantil, sobre todo cuando coinciden con las fechas de las vacunas.
En caso de recibir atención médica de tipo privado, es preciso concertar con el pediatra la frecuencia de las visitas de salud. Quizá tengan una tarifa diferente.