Consulta esta interesante entrevista al Dr. Josep Marès, Pediatra y Director del Institut Pediàtric Marès-Riera en Blanes (Girona), sobre el rotavirus.
Pregunta: Recientemente se ha reunido junto a otros médicos para analizar la situación actual del rotavirus en España. ¿Qué porcentaje de vacunación existe en nuestro país desde la implantación de la vacuna?
Respuesta: Debe tenerse en cuenta que la vacunación frente a rotavirus está disponible en nuestro país desde el año 2006 y no está incluida en el calendario público financiado de ninguna comunidad autónoma en España.
Esto significa que los pediatras recomiendan la vacunación a las familias y éstas deben asumir el coste de la vacunación. Este hecho condiciona inevitablemente que las coberturas de vacunación sean más bajas que las que se obtienen con las vacunas incluidas en los calendarios sistemáticos y, además, con mayor variabilidad geográfica en las distintas zonas de nuestro país.
No existen datos oficiales sobre esta cobertura, pero podría estimarse que de media la cobertura alcanza en España cerca del 50% de los lactantes, con variaciones que van desde el 20% al 70% según las zonas geográficas.
P: ¿La vacuna es realmente eficaz?
R: Sí. La vacuna es altamente eficaz para evitar las formas graves de la enfermedad que pueden generar la necesidad de hospitalización y riesgo de deshidratación, con una tasa de eficacia mayor al 98%.
Además, la vacunación es capaz de reducir el riesgo de gastroenteritis por rotavirus entre un 80% y un 95%.
En comunidades donde se ha introducido la vacunación, y con coberturas de vacunación de tan sólo entre un 50% y un 60% de los niños, se ha conseguido reducir en más de un 80% en la comunidad el número de casos de diarrea por rotavirus y el número de hospitalizaciones debidas al mismo.
P: ¿Por qué no está incluida en los diferentes calendarios de vacunación de las Comunidades Autónomas si se considera una vacuna necesaria para evitar casos de gastroenteritis aguda o diarreas?
R: La vacuna es, sin duda, eficaz y efectiva, y es una oferta de salud incuestionable para los niños. Pero la inclusión de una vacuna en un calendario público obedece, además de su eficacia, a una evaluación de las posibilidades económicas de la comunidad para su financiación, y a un análisis de los costes que para la comunidad implica la presencia de la enfermedad, en función del modelo sanitario, y el ahorro que representaría la inclusión de la vacuna teniendo en cuenta el coste de la misma.
Son las autoridades sanitarias, encargadas de la gestión de los recursos de la comunidad, quienes en última instancia deciden la inclusión de una vacuna al igual que cualquier otra prestación sanitaria.
P: El hecho de que las familias tengan que costearse este tipo de vacunas. ¿Cómo cree usted que les afecta en un momento tan difícil como el actual?
R: Es evidente que asumir el coste de la vacunación es una carga más, a las muchas que la atención, cuidado, educación, etcétera, de nuestros hijos representa para cada familia.
Esto puede llevar a que las familias deban priorizar sus recursos, algunas decidan no asumir el coste de la vacunación y dejen de vacunar a sus hijos. Es importante explicar a las familias que la diarrea por rotavirus es tan frecuente que todos los niños en sus primeros 3-5 años de vida sufren al menos una vez una infección por este germen, y aunque muchas veces la enfermedad, que cursa con vómitos, diarrea y fiebre de varios días de evolución, acaba sin complicaciones, el rotavirus es la primera causa de hospitalización por diarrea en nuestro país debido al mayor riesgo de producir deshidratación, especialmente en niños menores de 2 años de edad.
Se han realizado estudios que han analizado el coste que representa esta enfermedad para las familias, teniendo en cuenta la pérdida de jornadas laborales de uno de los padres para atender al niño enfermo (en casa o en el hospital), el coste de las soluciones de rehidratación que van a cargo de las familias, pañales, desplazamientos, necesidad de contratar “canguros”…y se ha comprobado que el coste medio es similar al de la vacunación, que hubiera evitado la enfermedad.
No obstante, hay un hecho de mayor peso para recomendar la vacunación: evita el sufrimiento que esta enfermedad produce a quien la padece (vómitos, fiebre, diarrea, perdida de peso, mal estar, irritabilidad, llanto…), y este es el niño, quien sin duda es el que más se beneficia y nos agradece la vacunación.