Las picaduras de medusas producen un intenso dolor, similar a un latigazo, que puede durar varios días, incluso semanas. Ocurren en la playa cuando tocamos las medusas en la arena de la playa o con el simple roce de sus filamentos cuando nos bañamos. En este caso, conviene salir inmediatamente del agua y acudir a los servicios de urgencias para que valoren al bebé o niño. En la farmacia existen productos que ayudan a prevenir las picaduras de medusas.
La presencia o ausencia de medusas en las playas depende de las corrientes marinas, que las arrastran hacia la costa, lugar donde los adultos y niños se bañan.
Las medusas son animales invertebrados, de aspecto gelatinoso, que tienen forma de campana. La parte superior se conoce como umbrela. De ella cuelga un conjunto de filamentos y/o tentáculos que conforman el manubrio tubular. Éste sirve para capturar presas y dirigirlas hacia la boca.
Las medusas pueden ser peligrosas para los bebés y niños pequeños ya que sus filamentos contienen células urticantes. Estas células liberan veneno cuando las tocamos en la arena de la playa o con el simple roce durante el baño. El efecto del veneno perdura aún cuando la medusa está muerta. De ahí, la importancia de advertir a nuestros hijos sobre el peligro de tocar a estos animales. Las medusas solo atacan cuando estas se sienten atacadas.
Aunque no todas las medusas pican, muchas de ellas sí. Una de las más peligrosas es la conocida como carabela portuguesa (Physalia physalis), pudiendo producir una descarga eléctrica intensa, picor y mucho dolor, con peligro de ahogamiento.
Las conocidas como aguamala o aguaviva (Rhizostoma pulmo) no producen cuadros dermatológicos graves, pero sí desencadenan una intensa irritación o prurito. Las especies conocidas como medusa común (Aurelia aurita), velero (Velella velella) o medusa aequorea (Aequorea forskalea) son inofensivas. No obstante, conviene tener mucho cuidado cuando estamos con nuestro bebé o niño en la playa.
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¿Qué síntomas producen las picaduras de medusas?
Las picaduras de medusas no suelen ser graves, pero sí muy dolorosas. En líneas generales, los síntomas que pueden producir las picaduras de medusas son:
- Dolor, picor, enrojecimiento, hinchazón, quemazón.
- Calambres musculares y dificultad respiratoria.
- Enrojecimiento de la zona y vesículas similares a las producidas por las quemaduras.
- Dolor de cabeza, pérdida de apetito y angustia.
¿Cómo actuar si una medusa pica a nuestro hijo?
¿Cuándo hay que ir al médico?
Los bebés y niños pequeños son grupos de riesgo.
Conviene acudir siempre a un médico de urgencias para que valore la sintomatología.
Una vez producida la picadura de medusa se recomienda seguir las siguientes pautas:
– Salir inmediatamente del agua debido a un posible peligro de ahogamiento.
– No tocar con las manos ni frotar la herida con una toalla.
– Rociar con agua marina (salada, no sirve agua dulce) la zona afectada.
– Con un guante y unas pinzas, extraer los restos de los filamentos. ¡Ojo!, nunca con la mano.
– Evitar que nuestro hijo se frote los ojos con las manos, ya que pueden quedar restos de filamentos y producirse una conjuntivitis tóxica.
– Aplicar una pomada antiinflamatoria que contenga corticoides y antihistamínicos.
– Para el dolor, utilizar un analgésico.
¿Cómo prevenir las picaduras de medusas?
La única forma de prevenir una picadura de medusa es evitar el baño en el mar o los juegos y paseos por la orilla de la playa en las zonas de riesgo.
No obstante, inspecciona bien la zona elegida para jugar con tu hijo en la playa.
En la farmacia existen una serie de lociones para niños pequeños que pueden ayudar a prevenir las picaduras de medusas.
Si estás interesado en estos productos, pregunta a tu farmacéutico.
Nota: Esta información es de caracter informativo, educativo y divulgativo. No sustituye en ningún caso el asesoramiento de los profesionales de la salud. Para cualquier duda, consulte a su médico y/o pediatra. |