El cuarto, la cuna y la postura del bebé son tres aspectos esenciales de la seguridad del bebé recién nacido a la hora de dormir. Factores como la ventilación, la luz, los ruidos o la temperatura son fundamentales a la hora de ambientar la habitación. La cuna ha de cumplir ciertos requisitos de seguridad. En la actualidad, se recomienda acostar a los bebés de lado o boca arriba.
A veces los padres nos preocupamos por hacer del cuarto de nuestro bebé un sitio bonito y acogedor, pero olvidamos los detalles fundamentales, relativos a la seguridad o la salud del bebé. El cuarto y la cuna influyen en la calidad del sueño de nuestro bebé.
A la hora de acondicionar el cuarto del bebé de un mes, los factores más importantes a tener en cuenta son la ventilación, la luz, los ruidos, la temperatura, la humedad del ambiente, el humo y el pelo de los animales domésticos.
Es importante que el cuarto del bebé esté bien ventilado. Es preferible que cuente con luz natural y esté, en la medida de lo posible, aislado de los ruidos exteriores.
Es aconsejable mantener la habitación a una temperatura próxima a los 20 grados. Para evitar la sequedad ambiental que produce la calefacción, se puede colocar un recipiente con agua o un humidificador.
Los animales domésticos no deben entrar en la habitación. El pelo que desprenden puede propiciar la aparición de alergias y dificultar la respiración del bebé. Tampoco se debe fumar en el cuarto del bebé.
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¿Cómo debe ser la cuna del bebé?
Durante las primeras semanas, el bebé se sentirá más seguro en una cuna pequeña, pues el espacio en el que vivía antes de nacer era muy reducido. Los padres pueden usar el moisés o la cuna.
Si la cuna es de barrotes, la distancia máxima entre éstos debe ser de 6 cm, para evitar un accidente. Además, durante los primeros meses es recomendable que el interior de la cuna sea acolchado para protegerle de posibles golpes.
El bebé no debe dormir con almohada. El colchón debe adaptarse exactamente al contorno de la cuna y debe estar firmemente asentado sobre el fondo. De ese modo evitamos que el bebé adquiera posturas incómodas y le ayudamos a dormir mejor.
¿Cuál es la mejor postura para dormir al bebé?
Una de las principales preocupaciones de los padres, en lo que respecta al sueño de su hijo, es la de la postura.
Muchos bebés regurgitan los alimentos mientras duermen. Por ello, se ha creido con frecuencia que lo mejor era acostar a los bebés boca abajo.
Las regurgitaciones asustan con frecuencia a los padres, que temen que los alimentos se introduzcan en los bronquios causando asfixia al bebé.
Sin embargo, estudios epidemiológicos han mostrado que el síndrome de muerte súbita del lactante ocurre con más frecuencia en bebés que estaban acostados boca abajo.
Por ello, en la actualidad, se recomienda acostar a los bebés preferentemente de lado o boca arriba, por lo menos durante los 6 primeros meses de vida.