Hasta no hace mucho se pensaba que la amniotomía o rotura artificial de aguas aceleraba las contracciones del parto. Una revisión realizada por la prestigiosa Cochrane Library señala que esto no es así. Sin embargo, los autores de la revisión indican que es necesario un estudio mayor y mejor diseñado sobre la amniotomía, ya que los trabajos seleccionados tenían altos niveles de variación y falta de información en la mayoría de los factores analizados.
La amniotomía o rotura artificial de aguas se utiliza para acelerar las contracciones y reducir el tiempo de trabajo de parto como una práctica habitual de obstetras y matronas.
Una revisión de la Cochrane Library sobre la amniotomía demuestra que no existe evidencia de que modifique la evolución del parto en condiciones normales. Es decir, ni lo adelanta ni acelera las contracciones.
Los autores de la revisión, Rebecca Smyth, Sarah k. Alldred y C. Marklam, analizaron 14 estudios, que incluían a 4.893 mujeres. El equipo revisó los ensayos que usaron al azar el término amniotomía o parto regular y comparó los resultados.
En los resultados no se observaron diferencias significativas entre un grupo y otro en el grado de satisfacción en las tareas de parto, en la calificación en el test de Apgar, en la duración del trabajo de parto o en la hemorragia materna después del alumbramiento, entre otros. No ocurrió lo mismo con la cesárea. Esta práctica registró un ligero aumento en el grupo que fue intervenido con la amniotomía.
Finalmente, los autores concluyeron que se necesitan estudios más grandes y mejor diseñados sobre esta práctica. Aunque, con los datos obtenidos, no aconsejan la amniotomía como práctica habitual en un parto normal.