Un estudio sociológico de Elbebe.com sobre el reparto de tareas con hijos de 0 a 3 años reconoce que aunque los padres participen más, las madres siguen realizando las principales ocupaciones. El documento estima que el 40% de las parejas considera que atender al niño por la noche es la tarea más desagradable, seguida de cambiarle el pañal (23%); actividades que, en la mayoría de los casos, realizan las madres.
La sociedad española cada vez es más consciente de la necesidad de equiparar los derechos y las obligaciones de las mujeres y los hombres. Esta tendencia hacia la igualdad también comienza a verse reflejada en el cuidado de los hijos. Según las conclusiones de un estudio realizado por elbebe.com – portal líder en embarazo y primera infancia – a 1.300 madres y padres, los varones españoles cada vez se implican más en el cuidado de los hijos de 0 a 3, aunque las principales tareas las siguen realizando las mujeres.
Según Miriam Rodríguez, directora de elbebe.com, los resultados del estudio demuestran que “se tiende hacia un equilibrio en el reparto de tareas en el cuidado de los hijos. Hace 20 años era impensable que un hombre bañara a su hijo o le cambiara el pañal y hoy en día estas actividades cada vez son más compartidas por la pareja«.
Según los resultados del estudio, las madres y los padres prefieren unas tareas a otras. Un 80% de las parejas señala como actividad más agradable bañar al niño y un 31% darle de comer, y apuntan como menos agradables atender a los hijos por la noche (40%) y cambiarles el pañal (23%).
Los varones dedican más atención a sus hijos en las actividades que se suelen realizar al final de la jornada. Así, 1 de cada 3 padres con niños de 0 a 3 años baña siempre o casi siempre a su hijo y 1 de cada 4 acuesta siempre o casi siempre al crío. Por el contrario, las madres se encargan, principalmente, de darles comida (78%), llevarles al médico (78,5%) y atenderles cuando se despiertan por la noche (80%) – la actividad más desagradable para la pareja -.
Este cambio de actitud en la familias españolas se traduce en satisfacción por parte de las madres y padres, ya que el 72% de las parejas considera que le dedica a su hijo el tiempo suficiente, según el estudio. Así, 1 de cada 4 varones dedica entre 4 y 6 horas al día a sus hijos, recortando distancias al tiempo dedicada por las madres, ya que 3 de cada 4 mujeres emplea más de seis horas diarias. El motivo principal por el que no pueden dedicar más horas a sus hijos es el trabajo (en un 73% de los casos), seguido de las tareas domésticas (20%).
La asignación de tareas en el cuidado de los hijos provoca menos conflictos de lo que cabría imaginar, ya que el 50% de los padres y madres encuestados asegura que el reparto de funciones con los hijos a veces provoca conflictos familiares. Además, 1 de cada 3 precisa que este reparto nunca provoca problemas en la unidad familiar.
Otra cuestión importante en la pareja es quién se encarga de la educación de los hijos. Hoy en día en el 72% de las familias la educación la ejercen ambos progenitores, en un 26% de los casos recae solamente sobre la madre y sólo un 0,2 % de las madres y los padres aseguran que se sienten totalmente apoyados por su pareja en la educación de sus hijos.
«Este avance en el comportamiento de las familias españolas se traduce, principalmente, a que la sociedad cada vez está más concienciada e informada gracias a los medios de comunicación tradicionales e Internet, que se han convertido en transmisores de conocimiento de gran alcance«, señala Miriam Rodríguez, directora de elbebe.com.
Cuando la madre o el padre no pueden atender a sus hijos, éstos prefieren recurrir a los abuelos antes que a una cuidadora. Además, cuando los hijos son pequeños, y no están en edad escolar, el 61% de las parejas prefiere que se queden en casa antes de ir a la guardería.
Ficha técnica
Ámbito geográfico: España (todas las comunidades autónomas, excepto Ceuta y Melilla).
Muestra:
Tamaño de la muestra: 1.300 individuos. Hombres y mujeres españolas con hijos entre los 0 y 36 meses.
Distribución: Por comunidades autónomas, con una distribución mínima de 100 individuos por comunidad.