En este artículo te ofrecemos algunos consejos prácticos para prevenir algunos problemas de piel, típicos del embarazo, como la celulitis y las estrías. La aparición de celulitis o piel de naranja y las estrías son problemas estéticos típicos del embarazo. Se producen, sobre todo, debido a los cambios físicos y hormonales que experimentan las embarazadas.
Para evitar la aparición de celulitis durante el embarazo, se recomienda cuidar la alimentación, evitando el exceso de sal o de azúcar, así como los alimentos muy grasos. Los masajes en glúteos y piernas o un poco de ejercicio ayudan a prevenir el aumento de celulitis. La manera más efectiva hacerlo desde casa es con un masajeador anticelulítico. Son una maravilla y bastante económicos. En este ranking encontrarás los mejores modelos analizados para poder elegir el que más te guste.
Las estrías se pueden prevenir hidratando la piel, con masajes o activando la circulación sanguínea. Elige prendas poco ajustadas, preferiblemente de algodón, que no entorpezcan la circulación. Suelen apararecer con más frecuencia en el tercer trimestre de embarazo, ya que el volumen del abdomen aumenta considerablemente.
A continuación te ofrecemos algunos consejos prácticos para prevenir su aparición y mantener la piel hidratada y en buen estado.
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La celulitis o piel de naranja en la embarazada
La celulitis, conocida también como piel de naranja por su aspecto rugoso, es una alteración del tejido conjuntivo de la piel.
Su manifestación más inmediata es la acumulación de grasa en diversas zonas del cuerpo, sobre todo en los glúteos, muslos y piernas durante el embarazo.
Para prevenir este problema de carácter estético podemos seguir los siguientes consejos:
- Dieta. No conviene engordar más allá de quince kilos durante el embarazo. Además, para prevenir la aparición de la celulitis es conveniente llevar una dieta sana y equilibrada: reducir la sal, no abusar de las comidas excesivamente grasas, ni de los dulces y beber abundante agua.
- Masajes. Los masajes durante el embarazo favorecen la circulación sanguínea. Realiza movimientos circulares ascendentes empezando por los pies y suavemente subir poco a poco hasta alcanzar los muslos.
- Gimnasia. No hace falta hacer grandes esfuerzos para mejorar las circulación de las piernas y los muslos. Puedes andar durante media hora a diario y realizar movimientos circulares con el pie, de izquierda a derecha.
- Posturas. No es recomendable permanecer de pie durante mucho tiempo, pero tampoco permanecer sentada. Si tu trabajo te obliga a hacerlo, haz un pequeño descanso cada media hora de cinco o diez minutos. Aprovecha para caminar o bien para mover o estirar las piernas.
- Ropa. Evita la ropa ajustada. Vístete cómoda y elige prendas amplias y ligeras.
- Baños. Para favorecer la circulación es recomendable terminar el baño o ducha con un chorro de agua fría. No se recomiendan los baños excesivamente calientes.
- Cremas. Tampoco es recomendable el uso de cremas anti celulíticas. Consulta a tu ginecólogo si tienes dudas sobre el uso de cremas o tratamientos de belleza.
Las estrías en el embarazo
La piel de la embarazada se prepara para albergar al bebé y conforme avanza la gestación, se estira y cede.
Poco a poco, la piel pierde elasticidad y esto puede dar lugar a que las fibras de colágeno y de elastina de la dermis se rompan y aparezcan pequeñas marquitas en forma de estrías, visibles en la epidermis.
Las estrías se presentan en diversos estadios. En la fase inicial son de un color rosáceo. En la segunda fase son de color rojo y en la última de color violeta. En el último estadio las marcas son prácticamente imposibles de eliminar ya que la rotura de las fibras de colágeno y elastina se han cicatrizado.
Para prevenirlas, es aconsejable:
- Hidratar. Debes hidratar suficientemente la piel. Bebe dos litros diarios de agua y utiliza cremas hidratantes específicas para el pecho y para el vientre. Aplícalas desde el inicio del embarazo por la mañana y por la noche.
- Activar la circulación. La mejor forma de activar la circulación es tomar una ducha o baño con agua fría o semi fría.
- Masajear. Es importante masajear la zona mediante masajes circulares para reactivar la circulación.