El sueño infantil puede resultar complicado. Cuando somos padres -especialmente si estamos ante el primero de nuestros retoños- puede resultar todavía más complejo, quizás no sepamos demasiado bien la manera en la que acertar para que las rutinas de sueño sean las correctas.
Existen muchos consejos para favorecer el sueño de los niños: gotas para dormir, rutinas de sueño diarias, cuentos infantiles, nanas… En este artículo vamos a explorar algunas recomendaciones para ayudarte.
¿Cómo podemos establecer una buena rutina de sueño con los niños?
Cuando nuestros hijos son pequeños debemos estar atentos a la manera en la que responden a los diferentes estímulos, saber qué es lo que necesitan en cada momento y si, de alguna forma, seremos capaces de darles aquello que piden. Para el sueño, nada como comprender las etapas, plantear costumbres que han utilizado otras personas a las que les fue bien. A continuación, para que no pierdas puntada, te dejamos con una serie rutinas interesantes:
Instaurar una medida de seguimiento
Plantear una hora X a la que vayamos a acostar al pequeño y que hagamos de ésta nuestra propia norma es algo que ayuda desde dentro. Son muchos los padres que, después de haberse organizado en este aspecto, comprueban que todo va mucho mejor, que ya no tienen tanto estrés como antes.
Crear un ambiente tranquilo
Diseñar un ambiente que aporte tranquilidad al pequeño es algo que también nos viene bien cuando se trata de conseguir que el niño duerma. Que la habitación sea acogedora y que no haya ruidos, por ejemplo, es un detalle que nos valdrá para que la tarea no sea tan dura como planteamos.
Actividades calmantes previas
Relajar al niño antes de que se vaya a dormir nos facilitará bastante la rutina de sueño que se vaya a coger. Leer pequeños párrafos o enseñarle sus dibujos favoritos puede resultar muy gratificante, eso que permita estar más tranquilos y saber que siempre lo vamos a dejar en buenas manos. ¿No te parece?
¡Sin aparatos electrónicos!
El uso de la televisión o de un teléfono móvil en la cama no debería estar ni siquiera para que escuche su melodía favorita. Todo lo que sea manual, creativo o que se nos ocurra a nosotros como padres vendrá mejor que colocar un dispositivo delante de su cara, de dejar que sus ojos sea lo último que vean.
Alimentación equilibrada
Las comidas copiosas o una hidratación deficiente también pueden hacer que el sueño del niño peligre. Es importante que, antes de dormir, coma cosas que le ayuden con la digestión, platos que le sirvan de apoyo. Con este cambio tan simple, seguro que pronto acabas notando la diferencia. ¿Apostamos?
En definitiva, la rutina nocturna con niños se hace fundamental para que poco a poco coja hábitos de sueño saludables, para que nosotros como padres podamos estar mucho más tranquilos. Con cantidad de opciones en nuestros días, sólo te queda establecer aquello que mejor le va y agarrarte a ello.