En el XXVI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), los pediatras nos proporcionan algunas claves para detectar trastornos de conducta desde temprana edad.
Recientemente se celebró el XXVI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP). Durante el encuentro, los pediatras analizaron los principales problemas que afectaban a las familias.
Señalaron que cada vez más familias se ven afectadas por trastornos de conducta en sus hijos y que la ausencia de los padres influía directamente en su comportamiento. También señalaron que muchos de los niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) sufren otro trastorno asociado a su comportamiento.
De hecho, el 40% de los niños con TDAH muestra un Trastorno Negativista Desafiante (TND) y un 14% padece trastorno de conducta, según el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos. Asimismo, un 34% sufre ansiedad y un 4% depresión. Por otro lado, los trastornos de aprendizaje, dislexia o disgrafia, están presentes aproximadamente en un 15-40% de los niños con TDAH.
En este artículo sobre trastornos de conducta en niños:
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Diagnóstico de los trastornos de conducta en niños
Los pediatras también señalaron que es importante diferenciar entre las características de conducta que forman parte del desarrollo normal y las que indican que el niño pueda tener un trastorno de conducta. “El diagnostico ha de ser meticuloso y riguroso, evitando diagnosticar al niño de algo que no tiene o dejarle sin tratamiento, lo que puede suponer un grave perjuicio para su evolución”, afirma el Dr. García Pérez, pediatra y miembro de la SEPEAP.
Los expertos también deben conocer los factores de riesgo y los síntomas para poder hacer un diagnostico precoz que permita empezar a tratar el trastorno lo antes posible y minimizar los efectos negativos. “Por ejemplo, a los 2 años lo normal es que los niños tengan rabietas, no obedezcan y se muestren intolerantes a los cambios. Morder, dar patadas, romper objetos es propio de niños de entre 4 y 8 años”, explica el experto.
Sin embargo, los trastornos de conducta se manifiestan pronto. Una forma de valorarlo es fijarse en la frecuencia e intensidad o gravedad de las rabietas, la persistencia en el tiempo y en qué medida perturban el desarrollo emocional y proceso de adaptación familiar y social del niño.
La distinción entre TDAH y TND no siempre es sencilla, ya que ambos trastornos se asocian con gran frecuencia y comparten síntomas.
En el caso del TND, el niño suele mantener una actitud retadora y provocadora, mientras que los casos de TDAH se caracterizan por la falta de atención acompañados de hiperactividad y actos impulsivos que inciden de forma negativa en el día a día del niño.
Según el Dr. García Pérez, “los padres se suelen sentir confusos o disgustados cuando se presenta un caso de trastorno disocial con los hijos. Para ellos no es una tarea fácil y suele ser estresante y agotador al derivar en conflictos de pareja o sencillamente una mayor dificultad general en la vida familiar”.
Tratamiento de los trastornos de conducta en niños
Aunque el tratamiento farmacológico y psicopedagógico debe ser la primera opción terapéutica, los expertos señalan que la implicación de la propia familia es fundamental para conseguir resultados satisfactorios.