¿Cómo prevenir ahogamientos en las piscinas? Claves de seguridad infantil

La vigilancia del niño es fundamental para evitar accidentes en el agua
En España, los ahogamientos son la segunda causa de mortalidad infantil evitable en menores de 14 años, después de los accidentes de tráfico.
Este tipo de accidentes suelen producirse con mayor frecuencia en piscinas particulares o en piscinas privadas en niños menores de 5 años.
En cambio, en niños más mayores (más de 14 años) el escenario cambia. Los lagos, ríos o canales son los lugares más frecuentes donde se producen los ahogamientos entre los adolescentes. Y estos accidentes además están asociados al consumo de alcohol.
Para evitar este tipo de accidentes, los pediatras recomiendan una serie de indicaciones. La más importante es no dejar nunca a un niño solo en el agua, por muy bien que sepa nadar o que parezca que no existe peligro.
Los niños pequeños pueden ahogarse con poca cantidad de agua. Por increíble que parezca 2 centímetros son suficientes para que el bebé o niño pueda ahogarse.
¡Ojo con los pozos! Pero también con las bañeras y las piscinas portátiles.
Las clases de natación y el aprendizaje de habilidades de supervivencia en el agua, pueden disminuir las tasas de ahogamientos en los niños. Pero esto no significa en ningún caso que los niños dispongan de una protección completa.
Existen estudios que afirman que iniciar las clases de natación entre los 1 y 4 años disminuyen los ahogamientos.
No obstante, pese a saber nadar, se hace necesaria la supervisión continua de un adulto. Si es en un recinto privado, más.
Y si en una piscina pública o comunitaria es necesario la presencia de un vigilante. Y además, en estos recintos, también se recomienda que estén cercados por completo y que la valla sea lo suficientemente alta para evitar que los niños puedan acceder a ella, saltando o trepando.
Las piscinas públicas o comunitarias también deben indicar la profundidad de cada área a lo largo de todo el perímetro.
Si la altura es inferior a 1,20 metros, está prohibido tirarse de cabeza. Si es superior a 1,80 metros se aconseja lo contrario. Los niños pequeños deben tirarse al agua de pie.
El entrenamiento en maniobras de técnicas de reanimación pulmonar, tanto de los padres como de los adolescentes y niños mayores, representa también una medida efectiva para evitar ahogamientos en el agua.
Los desagües de las piscinas deben tener dispositivos de seguridad que eviten el atrapamiento de pelo o la succión.
También los expertos recuerdan que los flotadores hinchables no son recomendables para los niños, ya que no evitan los ahogamientos. Estos dispositivos deben utilizarse siempre bajo la vigilancia de un adulto. Los niños pequeños pueden voltearse y escurrirse.
En cambio, si navegamos por un río, mar, lago o en una embarcación, el chaleco salvavidas es un seguro para proteger la vida de nuestro hijo.
Fuentes consultadas
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*Este artículo es divulgativo. En ningún caso sustituye la opinión de un médico. Para cualquier duda, consulta a tu especialista.
*Imagen técnicas de reanimación pulmonar extraida del portal Educando
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