Anestesia raquídea o espinal
Se inyecta una aguja en el interior de las membranas que recubren la médula espinal, extrayendo un poco de líquido cefaloraquídeo e introduciendo en su lugar la anestesia. Este tipo de solución actúa de forma casi inmediata sobre la zona, dejándola adormecida y aliviando el dolor.
Su duración no supera las dos horas y, en escasas ocasiones puede provocar efectos secundarios como hipotensión o dolores de cabeza que duran varios días.
La analgesia suele ser más intensa que con la anestesia epidural. Por tal motivo suele utilizarse en intervenciones quirúrgicas donde se requiere un mayor poder analgésico, como suele suceder en las cesáreas.
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¿En qué consiste la anestesia epidural? Riesgos y efectos secundarios
La anestesia epidural se emplea tanto en partos vaginales como en partos por cesárea y sirve para alivar el dolor de las contracciones en la madre.

¿Cuándo se utilizan anestesia general o anestesia local en el parto?
La anestesia general se utiliza en partos con cesárea, partos instrumentados (parto con fórceps o ventosa), extracciones de placenta retenida y en revisiones del canal del parto. Todas estas situaciones son excepcionales. La anestesia local se emplea para realizar la episiotomía.
El efecto analgésico de la anestesia raquídea o espinal es más intenso e inmediato que el de la anestesia epidural.