Poner límites: dificultades para los padres

Las normas y límites proporcionan seguridad al niño
Cuando se habla de crianza y educación infantil, los límites resultan siempre un tema de interés.
La mayoría de los padres son conscientes de que poner límites es importante y necesario para la educación de sus hijos. Sin embargo, muchos adultos se encuentran con dificultades a la hora de establecerlos.
Algunos padres ponen demasiados límites a sus hijos, llegando a ser autoritarios. Otros padres por el contrario, tienen miedo de extralimitar, se sienten muy inseguros a la hora de poner límites a sus hijos y, al final, apenas establecen ningún límite.
Tanto el exceso de límites como su defecto no son beneficiosos para el niño ni para sus padres. Es importante tratar de llegar a un término medio en cuanto a la cantidad de límites que se establecen para los niños.
Los límites ofrecen un marco de acción seguro a los niños pequeños. Les indican lo que deben hacer y lo que no. Les ayudan a evitar el peligro y les permiten actuar de una manera confiada, con la certeza de que la guía de sus padres garantizará su bienestar.
Los niños se sienten enormemente inseguros cuando no poseen límites claros. Los límites les orientan en cuanto a su conducta. Cuando no los tienen, no saben cómo deben actuar ni qué hacer. Al desarrollarnos en sociedad, los seres humanos necesitamos aprender ciertos límites que nos permitan integrarnos en la cultura de nuestro grupo.
Superando dificultades para poner límites
Cuando se está criando a un niño, los padres deben aprender a poner límites y a superar las dificultades que se encuentran en este proceso.
- Para ello, es fundamental que se informen o asesoren sobre qué son los límites, para qué sirven y cómo se han de establecer. Existen muchos libros que tratan este tema, pero también, en algunos casos, puede ser razonable la consulta a profesionales.
- Asimismo, durante el proceso del establecimiento de límites es esencial la autoevaluación por parte de los padres. Reflexionar sobre cómo lo están haciendo, analizar las consecuencias a corto plazo y plantearse cómo se puede mejorar es básico cuando se trata de educar.
- Por otra parte, ponerse en el lugar del niño es muy positivo. Esto permitirá a los padres establecer límites claros y sencillos, comprensibles por el niño.
- Del mismo modo, es fundamental evitar contradicciones entre ambos padres o por parte de uno mismo en distintos momentos. Los mensajes contradictorios generan mucha inseguridad a los niños.
- Así pues, poner límites debe ser un proceso razonado y autoevaluado por parte de los padres. Planificarse, reflexionar y ser flexible es esencial en este proceso.
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