Muchos niños se muerden las uñas. De hecho, muchas personas continúan haciéndolo en la edad adulta. Los padres se preguntan cómo evitar este hábito en sus hijos. Sin embargo, para poder evitarlo es necesario saber qué es lo que lo está provocando.
Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), la costumbre de morderse las uñas afecta, aproximadamente, al 41% de los niños de entre 3 y 7 años de edad.
Morderse las uñas es una acción compulsiva, que el niño realiza de forma incontrolada. Es uno de los actos compulsivos más frecuentes en los niños y suele aparecer como respuesta a una situación de tensión emocional. Así, morderse las uñas es una válvula de escape a dicha tensión.
De esta manera, es esencial observar en qué momentos el niño se muerde las uñas, en qué situaciones lo hace con mayor intensidad y en qué otras esta acción no aparece. Esto nos dará una información muy valiosa sobre qué emociones están impulsando al niño a morderse las uñas.
Las situaciones que producen tensión emocional a los niños pueden producirse tanto en el hogar como fuera de él. Es importante analizar si en casa existen situaciones que están provocando tensión al niño.
Teniendo en cuenta que este hábito se produce mayoritariamente en niños de entre 3 y 7 años, en edad escolar, es importante analizar si se está produciendo alguna situación estresante en el colegio. Para ello, es importante preguntarle al niño, pero también consultar con la maestra
Cuando se hayan detectado qué situaciones son las que están provocando tensión emocional al niño, debe buscarse la forma de reducirlas para, de esta manera, reducir también el estrés que está experimentando el niño.
En algunas ocasiones puede ser necesario buscar apoyo profesional para conseguir modificar las situaciones estresantes o trabajar sobre los estados emocionales negativos.
Si las situaciones de tensión se estuviesen produciendo en el colegio, la colaboración por parte de la comunidad educativa es indispensable.