InicioLactancia MaternaDar el pecho a demanda: frecuencia y duración de las tomas

Dar el pecho a demanda: frecuencia y duración de las tomas

Dar el pecho a demanda es amamantar sin horarios ni tiempos de duración determinados. La lactancia materna a demanda es dar el pecho al bebé siempre que éste dé muestras de que necesita mamar, tanto por el día como por la noche. Para poder dar el pecho a demanda adecuadamente es esencial que la madre esté cerca de su bebé todo el tiempo posible.

Cuando se va a iniciar la lactancia materna debe saberse bien qué es dar el pecho a demanda.

Esto tiene que ver con la frecuencia y la duración de las tomas del bebé.

La lactancia a demanda es la forma en que se ha dado el pecho desde siempre en todas las culturas.

Por lo tanto, la lactancia a demanda no tiene una frecuencia fija, no tiene horarios establecidos, el horario de cada toma lo señala el bebé cuando tiene hambre. De este modo, la frecuencia de las tomas es la que el bebé necesite.

Muchas veces se ha dicho que hay que esperar entre 3 y 4 horas entre toma y toma para dejar descansar el estómago del bebé. Esto no es así.

Un bebé puede necesitar mamar con más frecuencia porque no come mucho en cada toma, por ejemplo. Por ello, no debe establecerse un intervalo entre toma y toma.

Asimismo, la duración de cada toma también la establece el bebé. Los recién nacidos maman más despacio, por eso sus tomas suelen ser más largas que las de los bebés de más edad.

Cuando el bebé ya sabe mamar bien, la duración de las tomas se reduce porque consigue la cantidad de leche que necesita en menos tiempo.

Dar el pecho a demanda significa amamantar al bebé cuando éste lo pida (con movimientos de cabeza, buscando el pecho, llorando…).

Algunos bebés suelen mamar pocas veces al día pero sus tomas son largas y otros maman muchas veces al día en tomas más cortas.

Muchas mujeres dudan de si debe despertarse al bebé para darle de mamar. En condiciones normales, cuando se trata de bebés sanos que aumentan de peso bien, no debe despertárseles para darles el pecho. Ellos mismos se despertarán cuando quieran comer.

La actitud materna en la lactancia a demanda

La actitud y expectativas de la madre influyen en gran medida en la lactancia a demanda. Esto es así porque es ella la que ha de interpretar qué demanda el bebé.

Los movimientos o llantos del bebé pueden ser interpretados por la madre de varias maneras, puesto que el bebé no sabe hablar y no puede explicar lo que necesita.

Algunas madres interpretan la demanda del bebé en función de cuánto tiempo pasó desde la última toma, por ejemplo, e interpretan con más frecuencia que el bebé no tiene hambre, respondiendo a su demanda con otra acción distinta de ofrecerle el pecho.

Si el niño mama aunque en realidad no tenga hambre, no pasa nada.

Otras madres ofrecen el pecho al bebé siempre que éste da muestras de que podría tener hambre.

En cualquier caso, en la lactancia a demanda, la madre puede regular en cierta medida cuándo da el pecho al bebé cuando éste ya tiene unos 3 meses.

Por ejemplo, una madre puede ofrecer el pecho a su bebé antes de salir de casa para evitar tener que darle de mamar en la calle. Estaría adelantando un poco la toma, pero esto no tiene ningún problema.

Antes de los 3 meses, los bebés suelen necesitar que la toma sea más inmediata.

En realidad, cuando la lactancia está bien instaurada, la madre conoce las necesidades de su bebé y sabe qué margen tiene para adelantar o retrasar la toma al momento más adecuado para ambos.

Es muy positivo que la madre esté cerca de su bebé todo el tiempo posible (por el día y por la noche) para poder responder a las necesidades de la lactancia a demanda.