Un estudio publicado en la revista Pediatrics señala que la alimentación de la madre y la lactancia materna influyen en la aceptación de nuevos sabores en el bebé. El estudio fue realizado por dos especialistas del centro Monell de Filadelfia (EE.UU- Pensilvania).
Para llegar a esta conclusión, los responsables de la investigación – Catherine A y Julie A. Mennella- observaron a un total de 45 bebés, alimentados con leche materna y de fórmula. Los bebés -de edades comprendidas entre los cuatro y los ocho meses- no estaban acostumbrados a tomar fruta o verduras de forma habitual.
Para realizar la investigación, dividieron a los bebés en dos grupos. A los bebés del primer grupo les dieron a probar sólo vegetales (judías verdes) y a los del segundo, vegetales (judías verdes) y fruta (melocotón) indistintamente, durante ocho días consecutivos.
Los expertos observaron cómo reaccionaron los bebés a los dos tipos de alimentos y relacionaron los resultados con los hábitos alimenticios de sus madres.
Los resultados de la investigación fueron los siguientes:
- La preferencia de los bebés por uno u otro sabor estaba directamente relacionado con la alimentación de la madre, sobre todo, si el bebé había sido lactante. De hecho, los bebés alimentados con leche materna mostraron mayor preferencia por la fruta -al igual que sus madres- que los bebés alimentados con leche de fórmula.
- Las madres de los bebés alimentados con leche de fórmula solían comer más a menudo judías verdes y sin embargo, sus hijos no mostraron mayor apetencia por estos vegetales.
- Los bebés aceptaron con mayor agrado los sabores de los alimentos que les ofrecían repetidamente, a pesar de sus gestos iniciales de desagrado.