El tamaño y localización de la placenta, el número de embriones (así como su localización y postura), la cantidad de líquido amniótico, el sexo y el tamaño del bebé… son algunos de los diferentes aspectos de la evolución del embarazo que pueden determinarse mediante una sencilla ecografía. Actualmente, la ecografía se considera una técnica de diagnóstico prenatal necesaria en todo embarazo.
La ecografía sirve para detectar muchos aspectos importantes para la adecuada vigilancia de la gestación:
- El tamaño y localización de la placenta.
- El número de embriones, su localización y su postura.
- La cantidad de líquido amniótico (si hay poco o demasiada cantidad puede estar relacionado con ciertas malformaciones).
- El sexo del bebé.
- El tamaño del bebé: ciertas medidas del feto están correlacionadas con el tamaño del bebé. Por ejemplo el diámetro biparietal que mide la cabeza de lado a lado o la longitud del fémur que es el hueso más largo de la pierna.
- El crecimiento del feto: si se comprueba aumento de tamaño entre una ecografía y la siguiente.
- Los movimientos del bebé.
- Algunas malformaciones congénitas, aunque no todas. La ecografía en manos expertas tiene una sensibilidad del 75%.