La embarazada debe evitar la exposición a toda clase de desechos tóxicos, metales pesados como el plomo o el mercurio y sustancias químicas empleadas en fabricación y otras industrias. La directiva 548 de la CEE contiene información exhaustiva sobre agentes químicos nocivos, que pueden dañar gravemente la salud del embrión y el feto, además de incrementar el riesgo de complicaciones en el embarazo.
La mujer embarazada debe evitar la exposición a toda clase de desechos tóxicos, metales pesados como el plomo y el mercurio y las sustancias químicas utilizadas en fabricación y otras industrias.
Las embarazadas también deben protegerse frente a las emanaciones de gases o de humos, incluido el del tabaco.
Si la mujer embarazada considera que existe algún riesgo para su salud y la de su futuro bebé en el ejercicio de su profesión, debe comunicar a su empresa o lugar de trabajo su embarazo lo antes posible para que adopten las medidas necesarias.
La Directiva 548 de la CEE contiene información más amplia sobre agentes químicos peligrosos.