Cada vez son más frecuentes los casos de niños que crecen sabiendo hablar más de un idioma: inglés, francés, alemán… Pero, ¿cuál es la clave del éxito? Conseguir que los niños sean bilingües es fácil si el ambiente lo favorece. Esto depende de algunos factores. ¿Quieres saber cuáles son? En elbebe.com te lo explicamos.
Lo más sencillo para asegurar que el niño aprenda bien más de un idioma es iniciarle en el conocimiento de los idiomas desde pequeño, desde el mismo momento en el que nace.
Los bebés son receptivos a los sonidos del habla humana (sea cual sea el idioma) y a medida que crecen, se habitúan a los sonidos que más llaman su atención. El resto de sonidos va perdiendo interés para ellos. Por eso, si en la familia se habla más de un idioma, es interesante habituar al niño a escucharlos todos desde el nacimiento.
¿Cómo conseguir que los niños sean bilingües? Los niños que viven con familias que hablan más de un idioma lo tienen más fácil que el resto. Aunque conseguir hablar dos o más idiomas no es tarea imposible para los niños que pertenecen a familias monolingües, en las que solo se habla en un idioma. Para ser bilingüe es necesario mucho más esfuerzo por nuestra parte y la del niño. Una buena opción sería estudiar en un colegio bilingüe o recurrir a estancias temporales en el extranjero.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
¿Cómo influye el ambiente en el hecho de ser bilingües?
Cuando nos planteamos educar a un niño de manera bilingüe hay que considerar el ambiente que rodea al pequeño. A continuación exponemos tres casos:
1. ¿Vive en una familia o en un país donde se habla más de un idioma?
En estos casos el bilingüismo es un hecho casi inevitable. Los niños crecen en un ambiente donde están expuestos a los sonidos y a las estructuras gramaticales de más de un idioma, de forma más o menos equilibrada (en una proporción de 40% -60% del tiempo en cada idioma).
Para apoyar al niño en su aprendizaje, los padres simplemente deben seguir una serie de indicaciones, como dividir claramente los idiomas, no hacer un «mix» utilizando palabras de varios idiomas o estructuras de un idioma en otro.
Los padres deben facilitar la exposición del niño a todos los idiomas de una forma más o menos equilibrada, y ser compresivos con los fallos que se producirán en el proceso de aprendizaje, ya que al ser un aprendizaje más complejo, los fallos también serán más.
2. ¿Habla un solo idioma pero tiene familiares de otra nacionalidad?
En este caso, lo primero que debemos tener en cuenta son las posibilidades por parte del niño de contacto con el otro idioma. Lo importante es facilitar al máximo los momentos en los que el niño interactúe con los hablantes de otra lengua. Por ejemplo, sería conveniente practicar el otro idioma con hablantes nativos un mínimo de unas tres horas diarias.
Si esto no es posible, ya que el niño tiene primos o tíos que viven en otro país, sería preciso facilitar periodos de «inmersión lingüística». Por ejemplo, podemos visitar a nuestros familiares un par de veces al año. Así, nuestro hijo tiene la posibilidad de desenvolverse en el otro idioma de manera exclusiva.
3. ¿Habla un idioma pero sus padres desean que aprenda otro?
No es fácil asegurar el bilingüismo cuando un niño vive en un ambiente que no lo favorece.
Puede que el niño aprenda un idioma o varios, pero alcanzar el grado de bilingüismo va a depender del empeño personal y del interés que despierte en el niño la posibilidad de expresarse en más de una lengua.
En este caso, lo más recomendable son los colegios bilingües, que imparten una parte del currículo escolar en otro idioma o las estancias de verano en otros países.