Sira nació con una discapacidad auditiva. No podía oír. Ahora ya se comunica con sus padres gracias a dos implantes cocleares, uno en cada oído. Balbucea mucho más e interactúa con más intensidad con su entorno.
Sira nació con una discapacidad auditiva. No podía oír. Ahora ya se comunica con sus padres gracias a dos implantes cocleares, uno en cada oído. Balbucea mucho más e interactúa con más intensidad con su entorno.