El momento ideal para mantener la higiene de nariz y oídos del bebé recién nacido es después del baño, cuando el bebé está relajado. Los bebés tienen abundante cera en los oídos. Esta les protege de posibles infecciones. A continuación te damos unos sencillos consejos para limpiar la nariz y los oídos de los bebés… ¡sin bastoncillos!
Durante los primeros meses de vida del bebé, hay que ser especialmente cuidadoso a la hora de limpiarle. A continuación, te detallamos algunos aspectos que debes tener en cuenta para cuidar de los oídos y la nariz de tu bebé.
El cuidado de los oídos del recién nacido
Es normal que los oídos del bebé tengan abundante cera. Aunque a algunos padres pueda sorprenderles, ésta es necesaria para proteger el oído medio e interno de las infecciones externas.
La cera debe tener un aspecto amarillento y pegajoso; de no ser así es recomendable que consulten con el pediatra.
No es conveniente intentar quitar la cera mediante bastoncillos, pues puede empujarse hacia dentro, formando tapones en el interior del oído.
El cuidado de la nariz: higiene nasal del recién nacido
Debido a que los recién nacidos respiran únicamente por la nariz, es muy importante que sus fosas nasales no estén obstruidas.
Para descongestionar la nariz del bebé no se deben usar bastoncillos, ya que pueden empujar las mucosidades hacia dentro, empeorando el problema.
Cuando tiene abundantes mocos o cuando le cuesta respirar, se le deben administrar unas gotas de suero fisiológico en cada fosa nasal y aspirar cuidadosamente las mucosidades con una pera de goma o un aspirador especial para este uso, ya que el bebé no sabe expulsarlas por sí mismo.
Esta operación es bastante molesta para el bebé. Por ello es preferible realizarla cuando esté completamente relajado.
Un momento ideal sería después del baño, cuando las mucosidades están reblandecidas y el bebé tranquilo.