Las primeras horas de vida del recién nacido son un período especialmente sensible, esencial para sentar las bases de todo su desarrollo posterior. El inicio de la lactancia materna y el contacto piel con piel son las necesidades fundamentales del bebé que han de cubrirse en este periodo, pues es durante él cuando comienza a desarrollarse el vínculo afectivo del recién nacido.
El nacimiento supone la transición de la vida intrauterina a la vida extrauterina del bebé. Así, el postparto inmediato es un período crítico y extremadamente sensible para el recién nacido, ya que el paso a la vida extrauterina supone cambios respiratorios, circulatorios y en la forma de alimentarse para el bebé.
En las primeras horas de vida, la unión madre-hijo es especialmente importante. El inicio precoz de la lactancia proporciona una experiencia excepcional de vinculación entre la madre y el bebé, pues estimula sensorialmente al bebé y le permite reconocer a su madre a través de su olor gracias al estrecho contacto corporal entre ambos.
El inicio precoz de la lactancia tiene beneficios para el bebé que se prolongarán durante toda su vida, ya que las necesidades instintivas de nutrición y de protección son básicas y enormemente fuertes para el bebé. La obtención de respuesta inmediata a estas necesidades es fundamental para el buen desarrollo físico y emocional del bebé.
Contacto precoz y desarrollo afectivo
El desarrollo afectivo es la base del desarrollo físico, social y cognitivo del bebé. La afectividad del bebé comienza a desarrollarse inmediatamente después del parto, en las primeras horas de vida. El vínculo afectivo entre los padres y el bebé engloba todos los lazos emocionales que se establecen entre ambos.
El desarrollo del vínculo afectivo es un mecanismo de la naturaleza que promueve a reproducción y protección de la especie. Además, es esencial para el desarrollo del bebé, pues activa las capacidades de atención y cuidado de los padres hacia el hijo.
Así, resulta evidente que el contacto estrecho con la madre y el padre desde las primeras horas de vida es fundamental para el desarrollo del bebé, para su bienestar y para la construcción del vínculo.
Este contacto también es muy beneficioso para los padres, pues les orienta hacia la satisfacción de las necesidades de su bebé y el cuidado. Permite que su instinto natural se active y les guíe en la crianza.
Por lo tanto, es importante evitar la separación temprana que aún hoy se promueve en algunos hospitales.