Cuando se alimenta al bebé recién nacido con leche materna, muchas veces surgen dudas. Una de ellas es si debemos despertar al bebé para darle de mamar en un horario concreto. Teniendo en cuenta que la forma adecuada de dar de mamar al bebé es a demanda, en principio no deberíamos despertarlo para darle el pecho, salvo en casos especiales.
Muchas mujeres tienen dudas acerca de si deben despertar a su bebé cuando lleva varias horas sin mamar. Esta duda surge de la corriente que hace varias décadas recomendaba dar el pecho en un horario fijo, generalmente cada cuatro horas.
Hoy en día se ha superado esa tendencia de dar de mamar conforme a un horario y se vuelve a recomendar lo que ya se hacía de forma natural desde siempre: dar el pecho a demanda.
Dar el pecho a demanda supone amamantar al bebé siempre que tenga hambre. El bebé avisa de que tiene hambre moviendo la cabeza buscando, succionando, llorando, etc. y debe ser alimentado independientemente de cuándo haya mamado por última vez. Así pues, no importa si han pasado varias horas desde la última toma o sólo algunos minutos, debe darse de mamar al bebé en cualquier caso.
Por lo tanto, si debe darse el pecho a demanda, se infiere que también será así cuando el bebé duerme; es decir, que éste se despertará cuando tenga hambre y pedirá que se le alimente.
Entonces, en principio no hay que despertar al bebé para darle de mamar, siempre y cuando se trate de un niño sano, nacido a término y con el peso adecuado.
Cuando la lactancia materna ya está bien instaurada, el bebé se despertará para mamar periódicamente.
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¿Cuándo despertar al bebé para amamantarlo?
Cuando un bebé está perdiendo peso o gana muy poco y, además, pasa muchas horas seguidas durmiendo, sí debemos intentar despertarlo para alimentarlo. Lo mejor es que la madre esté atenta para aprovechar los momentos en los que el bebé se mueve un poco o comienza a despertarse para ofrecerle el pecho.
Durante la primera semana de vida, todos los bebés pierden peso. Por ello hay que ofrecerles el pecho muy a menudo. En estos primeros días de vida del recién nacido aún se está instaurando la lactancia y conviene estar más pendiente de las tomas del bebé.
La madre puede estar atenta a los momentos en que parece que está un poco más despierto para ofrecerle el pecho, sin esperar a que el bebé lo demande, pero sin despertarle. Es decir, la madre puede aprovechar los momentos en los que el bebé presenta un sueño menos profundo para ofrecerle el pecho.
En estos casos, el uso de un portabebés (por ejemplo, un fular) facilita mucho la buena instauración de la lactancia. La cercanía entre la madre y el bebé permite a la madre percibir pequeños movimientos de su bebé y aprovechar cualquier oportunidad para ofrecerle el pecho.
Del mismo modo, durante la noche es importante que la madre permanezca cerca del bebé. Así podrá percibir cualquier pequeño despertar y aprovechar para ofrecerle el pecho.