La piel de bebés y niños es muy fina, y más propensa a sufrir quemaduras debidas a la exposición solar. Siempre que te dispongas a pasar un rato bajo el sol con tu bebé, debes proteger su piel con crema solar y ropas que permitan la transpiración. Si a pesar de todo, la piel del niño se quema, puedes rociar con agua fría la zona afectada y aplicar una loción humectante.
Las quemaduras solares son las agresiones que se producen en la piel por el efecto de las radiaciones solares. La piel de los bebés es sensible y muy fina. Por este motivo se quema con facilidad. Ésta es la razón principal por la que hay que evitar la exposición al sol sin protección.
Las quemaduras pueden llegar a manifestarse horas más tarde de la exposición al sol. La zona afectada puede estar enrojecida y dolorida en función del tipo de quemadura, que puede ser de primer o segundo grado.
Si la quemadura es leve, la piel del bebé o niño está irritada. En cambio, si es grave pueden aparecer ampollas, fiebre o edema (hinchazón). El tratamiento de las quemaduras solares depende del tipo de lesión que se produzca en la piel de tu hijo.
Para tratar las quemaduras leves puedes rociar con agua fría la zona afectada y aplicar una loción humectante, que podemos comprar en la farmacia. En cambio, si la quemadura es grave es preferible que un médico observe la zona y recomiende un tratamiento para tu hijo, bebé o niño pequeño.
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¿Cómo prevenir las quemaduras solares?
Para prevenir las quemaduras solares en bebés y niños:
- Evita la exposición al sol durante las horas centrales del día, entre las12.00 horas y las16.00 horas.
- Protege a tu bebé o niño con una crema de protección solar, preferiblemente de pantalla total y resistente al agua, que debes aplicar media hora antes de salir al destino que elijas. Recuerda que también debes hacerlo cuando el bebé permanezca cerca de superficies reflectantes (agua, arena y nieve) ya que éstas producen un efecto rebote que multiplica la incidencia de las radiaciones solares.
- Utiliza una camiseta seca, preferiblemente de fibras naturales, para proteger sus extremidades (brazos y piernas) de las radiaciones solares.
- Protege su cabeza con un sombrero o gorrito de tonos claros.
- Permanece en un lugar fresco y a la sombra a la hora de ubicarte en la playa, en la piscina o en la montaña.