El sol produce efectos fisiológicos positivos en las personas: favorece la circulación sanguínea o mejora el sistema inmunitario, por ejemplo. Pero, también puede ser perjudicial para la salud sino se toman las medidas adecuadas para evitar sus efectos negativos.
Una exposición prolongada al sol, sin protección, puede acelerar el envejecimiento de la piel y producir melanomas.
Los niños son más sensible a los rayos ultravioletas. Todos los años, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) indica cómo prevenir las quemaduras y otras enfermedades.
Durante las vacaciones muchas familias deciden aprovechar el buen tiempo e ir a la playa con sus hijos. En la playa, los niños juegan en la arena, se bañan en el agua y permanecen, sin darse cuenta, durante largas horas bajo las radiaciones solares.
El sol produce efectos beneficiosos en el organismo de las personas -estimula la formación de vitaminas A y D, ayuda a consolidar los huesos y dientes, favorece la circulación sanguínea y mejora el sistema inmunitario- pero también puede producir efectos contrarios y, a largo plazo, provocar un envejecimiento de la piel o , lo que es más grave, producir melanomas.
La piel de un bebé carece de la capacidad natural para defenderse del sol, ya que es más fina e inmadura que la de los adultos.
Para disfrutar del sol sin preocupaciones, los padres deben protegerlos contra las radiaciones ultravioletas (A y B) y los infrarrojos (IR) aplicando cremas solares.
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Recomendaciones de la Asociación Española contra el Cáncer
La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) informa todos los veranos cómo evitar sus efectos negativos:
1. No exponer a los bebés directamente al sol. Su piel puede sufrir graves quemaduras.
2. Evitar la exposición directa del sol entre las 12.00 y 17.00 horas.
3. Utilizar cremas de protección solar que protejan de los rayos ultravioleta (A y B) y de los infrarrojos (IR).
4. Utilizar los fotoprotectores de forma adecuada. Aplicar sobre la piel seca media hora antes de la exposición al sol y volver a hacerlo cada dos horas (el agua y el sudor restan su eficacia).
4. La sombra, el agua o las nubes no protegen del sol, sus rayos reflejan en la piel de las personas. Utilizar cremas de protección solar.
5. Beber abundante agua para evitar la deshidratación.
También es aconsejable utilizar protección resistente al agua: water-resistant (resistencia de 40 minutos) o waterproof (de 80 minutos) y evitar el uso de colonias.