El trabajo de peluquera puede entrañar un riesgo a la hora de tener un bebé. Según un estudio elaborado por la Universidad de Alicante, encargado por el Instituto de la Mujer, las peluqueras tienen más probabilidades de tener un bebé con malformaciones, padecer problemas de fertilidad o trastornos menstruales que otras trabajadoras.
Muchas mujeres se preocupan por su imagen en cualquier época del año. Para estar guapas van a la peluquería y las peluqueras les cortan el pelo o les aplican un tinte o unas mechas. En estos establecimientos, las peluqueras tienen que soportar una carga de trabajo que puede afectar a su salud: demasiadas horas de pie o jornadas superiores a las ocho horas.
Un estudio realizado por la Universidad de Alicante, en colaboración con el Instituto de la Mujer, señala que el trabajo de peluquera puede afectar a la salud reproductiva de las mujeres y tener más posibilidades de tener hijos con malformaciones, infertilidad o trastornos menstruales que otras trabajadoras.
El estudio «Mujer y condiciones de trabajo: riesgos en el embarazo en peluquerías» consistió en realizar un seguimiento a 438 peluqueras de 248 establecimientos alicantinos durante dos años, entre 2004 y 2006. En este tiempo, se detectó que las peluqueras están expuestas a sustancias químicas altamente contaminantes. En el análisis se encontraron 12 productos tóxicos que pueden afectar a su capacidad reproductiva y también alteradores hormonales.
Los alteradores hormonales producen diferentes trastornos mensuales como retraso o adelanto de la regla y pueden afectar a la capacidad de tener hijos, es decir, causar infertilidad. También se comprobó que las peluqueras no siempre utilizan guantes para la manipulación de los productos.
En cuanto a los establecimientos se analizaron las condiciones de ventilación y se comprobó que la mayoría de estos centros cuenta con una ventilación mecánica, que aumenta el riesgo de toxicidad.
Los autores señalaron que en la capacidad reproductiva de las peluqueras inciden tres factores como las condiciones laborales, el entorno de trabajo y la manipulación de las sustancias químicas.
En este sentido, indican que es fundamental realizar una selección de los productos, leer las etiquetas y almacenarlos de forma adecuada para minimizar los riesgos de estos tóxicos en la salud reproductiva de la mujer.
Las conclusiones del estudio no pretenden alarmar a la población, pero sí señalar que es necesario establecer unas medidas preventivas para mejorar los problemas la salud laboral en las mujeres.