En 2008 no se podrán fabricar más termómetros de mercurio. Así lo ha decidido la Unión Europea. El motivo principal es la toxicidad del mercurio, que afecta a los humanos, animales y medio ambiente. El contacto directo con el mercurio daña el sistema nervioso y afecta a órganos como los pulmones o los riñones. La retirada de los aparatos de medición se hará de forma paulatina.
El mercurio es un metal que permite conocer la temperatura del cuerpo con gran exactitud. Sin embargo, este material representa un riesgo para los humanos por su composición altamente tóxica.
El contacto con el mercurio puede provocar serios problemas para la salud y afectar a órganos vitales del ser humano como los pulmones, riñones y cerebro. Por este motivo, la Unión Europea (UE) acaba de aprobar la prohibición de fabricar aparatos de medición que contengan mercurio, entre ellos, los termómetros. Su retirada del mercado se realizará de forma paulatina.
Esta medida no prohíbe el uso de los aparatos que ya existen, ya que si no se reciclan adecuadamente podrían provocar efectos adversos y afectar más a la contaminación del medio ambiente.