El desarrollo social en los niños de 3 a 5 años se caracteriza porque los niños comienzan a relacionarse con sus iguales: surgen los primeros amigos. El niño ya no está sólo con su familia, comienza a relacionarse mediante el juego con otros niños. Esto le abre un gran número de posibilidades de aprendizaje y evolución que en la familia es más difícil alcanzar.
El desarrollo social de los niños de 3 a 5 años se caracteriza por el comienzo de las relaciones con los iguales: surgen los primeros amigos.
A partir de los 2-3 años de edad, los niños comienzan a tener relaciones con otros niños, principalmente porque muchos de ellos comienzan a ir a la escuela. Hasta los 2 años, la experiencia social de los niños se basa en relaciones con adultos. Así, los niños de 3 a 5 años se enfrentan a una nueva perspectiva social en esta etapa.
Las relaciones con los iguales (relaciones horizontales) se basan en la igualdad, la reciprocidad y la cooperación entre personas que tienen edades y habilidades semejantes.
El niño debe buscarse un lugar en el grupo de iguales que ha de ganarse por méritos propios. En la familia, este lugar está garantizado, pero con los iguales, el niño tiene que conseguirlo.
A través de las relaciones con los iguales, el niño aprende una serie de competencias (por ejemplo, las relacionadas con la resolución de conflictos) que son más difíciles de aprender en la relación con los adultos.
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La amistad en los niños de 3 a 5 años
La importancia de la relación con los iguales deriva en la aparición de las primeras relaciones de auténtica amistad.
Una característica de las relaciones de amistad en todas las edades es el parecido entre sus protagonistas. Entre los 3 y los 5 años esto es muy notorio. Los niños se sienten atraídos por otros niños que se comportan de manera parecida a la suya y del mismo género. Es muy habitual que los niños de entre 3 y 5 años seleccionen amigos de su mismo género.
Las interacciones con los amigos en los niños de 3 a 5 años se caracterizan por la cooperación, la ayuda, el consuelo, etc. Las formas de juego entre amigos son más complejas y el número de conflictos entre ellos es mayor que con otros niños, pero se resuelven con mayor facilidad.
El desarrollo del lenguaje, cada vez mayor, de los niños de 3 a 5 años hace posibles intercambios sociales más complejos. Los niños pueden expresar emociones, pedir y dar información, etc. Estas habilidades comunicativas son esenciales para el desarrollo social, puesto que constituyen una herramienta fundamental en las interacciones entre iguales.
Además, el desarrollo emocional de los niños de esta edad facilita, también, las relaciones entre iguales, puesto que ya pueden gestionar y controlar mejor sus reacciones emocionales.