Muchas mujeres creen que durante la lactancia deben comer más cantidad de lo normal, evitar ciertos tipos de alimentos o aumentar la ingesta de otros. Sin embargo, la realidad es que la dieta de la madre lactante ha de ser como la de cualquier adulto sano.
Muchas mujeres se preguntan si deben alimentarse de manera especial mientras amamantan a sus bebés.
En la actualidad, se recomienda que las mujeres lactantes ingieran 2.700 Kcal diarias, mientras que para las mujeres no lactantes se recomienda una ingesta diaria de 2.200 Kcal.
Sin embargo, en diversos estudios se ha encontrado que la ingesta espontánea de madres lactantes oscila entre las 1.800 y las 2.300 Kcal diarias. Estas cantidades son muy similares a las de mujeres no lactantes.
El aumento de la cantidad de ingesta calórica produce un incremento de la producción de leche en mujeres desnutridas, pero no en mujeres lactantes nutridas adecuadamente.
Así, resulta no ser necesario forzar la ingesta para alcanzar las cifras recomendadas. Por el contrario, resulta positivo que la madre se alimente en función de su apetito.
Alimentación de la madre lactante:
ÍNDICE DE CONTENIDOS
¿La calidad de la leche depende de lo que coma la madre?
La composición de la leche se modifica muy poco con la dieta de la madre.
Las proteínas, la lactosa y los lípidos no se modifican en función de los alimentos que ingiera la madre.
Lo que sí varía es la proporción de ácidos grasos saturados e insaturados.
También varía la concentración de algunas vitaminas, aunque la leche será adecuada siempre que la madre no sufra un déficit de alguna de ellas.
¿Existen alimentos “prohibidos” durante la lactancia?
En realidad, no existen alimentos que se desaconsejen durante la lactancia.
Si bien es cierto que el sabor de algunos alimentos podría incomodar a algunos lactantes, esto son situaciones individuales y jamás constituyen un problema grave.
No existe ningún alimento cuyo sabor disguste a todos los lactantes. Existen casos personales aislados, no se puede generalizar.
Del mismo modo, tampoco existen alimentos cuya ingesta mejore la calidad de la leche o aumente la producción.
Así pues, la madre que amamanta puede comer lo que quiera y cuando quiera, al igual que cualquier adulto sano. Las recomendaciones sobre alimentación saludable para una mujer lactante deberían ser, entonces, las mismas que para la población general.
Cuando se trata de forzar a la madre de comer más cantidad de la que desea, de evitar ciertos alimentos que le apetecen o aumentar la ingesta de alimentos que detesta, se está convirtiendo la alimentación materna en un obstáculo para la lactancia.
Por ello, es importante que madres y profesionales sean conscientes de la idoneidad de la dieta de la mujer lactante como una dieta normal para un adulto sano, sin caer en recomendaciones inadecuadas que acaben dificultando la lactancia.