Las condiciones laborales de las niñeras o cuidadoras de niños dependen de si éstas son internas o externas. Por lo general, estas condiciones se fijan de antemano con la familia y varían en función del lugar de residencia (si se vive en una ciudad o pueblo). Los padres suelen pedirles un margen de flexibilidad para cubrir cualquier imprevisto, como que los niños se pongan enfermos.
Las condiciones laborales de la niñera o cuidadora de los niños se deben negocionar de antemano.
Si bien hay que tratar de respetar los horarios de los empleados, algún día puede producirse un imprevisto, por lo que se puede pedir un margen de flexibilidad.
Las cuidadoras pueden ser internas o externas, según los requerimientos de la familia y esto condicionará sus condiciones laborales y contractuales.
Por una parte, las cuidadoras externas no viven en la casa con la familia, cobran por horas y normalmente reciben un sueldo algo más parecido a de las niñeras internas.
Éstas últimas, al vivir en el hogar tienen sus gastos de mantenimiento cubiertos, con propia habitación y comida. Suelen trabajar entre 10 y 12 horas diarias, desde que el niño se levanta hasta que se acuesta y normalmente tienen uno o dos días a la semana para descansar, aunque no necesariamente durante el fin de semana.
Los honorarios deben acordarse antes de formalizar el contrato, en el que además de incluir el salario estipulado, deben constar los detalles del seguro médico, las vacaciones, los días de fiesta y las horas de trabajo.
En cuanto al sueldo, es habitual que éste venga determinado por la experiencia, la formación, el número de niños que haya que cuidar, y las responsabilidades laborales que vaya a tener la cuidadora.
También influye la cuidad en la que vaya a trabajar, ya que por ejemplo, una cuidadora en una gran ciudad suele cobrar un poco más que en las zonas rurales por motivos de demanda, nivel de vida …