He tenido un sueño, o mejor dicho, una pesadilla: mi pequeña y humilde morada no era la preciosa casa que alquilamos hace unos meses, sino que se trataba de un campo sembrado de minas a punto e estallar al primer paso en falso. ¡Dios mío qué angustia!
Pensaréis que estoy de psicólogo pero todo en esta vida tiene un porqué: yo estaba en mi mundo feliz hasta que hace unos días mi pequeño salvaje, Álex, decidió que ya estaba bien de contemplar el mundo a cuatro patas. Total, que en cuestión de una semana hemos pasado de bebé a niño independiente que empieza a dar sus primeros pasitos. En resumen: ¡Se me acabó la paz!!
En principio titubeaba, y al avanzar ponía carita de susto, pero ante el aplauso familiar el tío se ha crecido y ya no hay quien lo pare. El problema es que ahora “casi todo” queda a su altura (y ese “casi todo” comprende aparatos y demás electrodomésticos cuajados de botoncitos a los que se tira sin piedad): el horno, la lavadora (le ha arrancado el asa), el lavavajillas (se pone en marcha sin un plato dentro), el teléfono (mi madre recibe extrañas llamadas a horas intempestivas)…
En algunas ocasiones no tiene demasiada importancia. Véase el caso del despertador: tras juguetear con él la otra tarde, el lunes llegué a la oficina a las 7:00 de la mañana!!! ¡Lástima que no estuviera mi jefe para corroborar cómo hago horas extra!! Pero a veces el asunto ha llegado a mayores, como cuando nos fuimos a pasar fuera el fin de semana con el horno encendido durante 48 horas.
Me abstengo de comentar las aventuras intermedias del tipo:
-Abluciones en el bidé que dejan el cuarto de baño encharcado.
-Dedito obsesivo que se queda pegado el interruptor de la luz hasta que me funde las bombillas.
-Aparición de objetos no identificados ( plastilina, pan, horquillas, papel higiénico…) en todo tipo de ranuras (la del DVD, la de la bañera…).
Etc., etc., etc., etc………………………….
Creo que después de todo esto podréis comprender el peligro que entraña cada rincón de casa para mi “pequeño terrorista”. Le adoro, pero a este ritmo cualquier día veréis nuestras desventuras en la sección de sucesos.
¿Habéis tenido que adaptar vuestras casas a los niños o por el contrario habéis optado por la agotadora técnica del “No se toca”, “no se coge”, “No se tira”…?
Temas relacionados en Elbebe.com:
Participa en la encuesta de Elbebe.com:
Opina sobre este artículo y consulta los comentarios.