¡No nos damos cuenta de lo difícil que puede llegar a ser echarle gotas a un bebé hasta que nos llega el momento de hacerlo! Lo mismo ocurre con el termómetro o un supositorio. No se puede contar con que el bebé colabore, por lo que el adulto tendrá que encargarse de todo. Lee nuestros sencillos trucos para ponerle gotas, un supositorio o un termómetro a tu bebé.
- ¿Cómo echarle gotas al bebé sin que se salgan?
- ¿Dónde colocar el termómetro al bebé?
- ¿Cuál es la mejor manera de introducir un supositorio al bebé?
¿Cómo echarle gotas al bebé sin que se salgan?
- En los ojos. Se tumba al bebé boca arriba y, bajándole el párpado inferior, se dejan caer las gotas entre el párpado y el ojo.
- En la nariz. Se tumba al bebé boca arriba sobre una superficie lisa con la cabeza ligeramente inclinada hacia atrás. Con el dosificador, se instilan las gotas primero en un orificio nasal y luego en el otro, y se mantiene al bebé con la boca cerrada durante unos segundos para asegurarse de que no las expulse.
- En los oídos. Se coloca al bebé de costado y, tirando hacia abajo del lóbulo de la oreja, se dejan caer las gotas sin llegar a introducir el dosificador dentro del oído. Manteniendo al bebé en esa postura durante unos segundos, las gotas penetrarán el oído. Después se le cambia de costado y se repite la operación en el otro oído.
¿Dónde colocar el termómetro al bebé?
En el bebé, la temperatura se toma principalmente por vía rectal. Se coloca al bebé boca arriba y se le levantan las piernas sujetándolas por los tobillos con una mano. Con la otra mano se introduce aproximadamente un centímetro de la punta del termómetro en el ano.
Para facilitar el deslizamiento del termómetro se puede untar la punta con un poco de vaselina. A continuación se le mantiene con el culito apretado el tiempo necesario, que varía según el tipo de termómetro, para comprobar la fiebre.
¿Cuál es la mejor manera de introducir un supositorio al bebé
Se coloca al bebé boca arriba y se le levantan las piernas sujetándolas por los tobillos. Con la mano libre se introduce el supositorio en el ano lenta pero firmemente, ya que puede derretirse y resbalar entre los dedos.
Para facilitar el deslizamiento del supositorio se puede untar la punta con un poco de vaselina. Una vez introducido, y para evitar que lo expulse, hay que mantener las nalgas del bebé apretadas y las piernas bajadas durante 2 minutos.