La menarquia (o primera regla) es un momento crucial en la vida de las niñas. En general, las niñas tienen dudas y miedo ante la llegada de este momento. La preparación por parte de las madres es muy importante para que las niñas puedan vivir este momento con seguridad e integridad y, así, poder vivir su feminidad con plenitud y sin rechazo.
La llegada de la primera menstruación es un acontecimiento importante en la vida de las niñas. Implica grandes cambios físicos y psicológicos que las niñas han de afrontar.
La menarquia, en realidad, es el fin simbólico de la infancia. Podría entenderse como el comienzo de la adolescencia. Es decir, que la primera menstruación marca el final de una etapa y el principio de otra.
Las niñas se aproximan a su primera menstruación con muchas dudas. Algunas, incluso con miedo. Esto es normal, pues en nuestra sociedad aún existe mucho silencio alrededor de este tema y todavía hay una idea muy negativa hacia la menstruación.
En realidad, muchas mujeres viven su menstruación como un acontecimiento negativo, doloroso, incómodo, que les produce malestar emocional. Esto es transmitido a las niñas, de manera que se perpetúa la conceptualización negativa de la menstruación. Las niñas se enfrentan a la menstruación como algo indeseable.
En este artículo sobre la menarquía:
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Feminidad, capacidad reproductiva y ciclo menstrual
El ciclo menstrual, realmente, no se reduce a 4 ó 5 días de sangrado. Es un ciclo de 28 días, un continuo en la vida de la mujer. Es un ciclo inherente a su feminidad y el que la capacita para tener hijos.
Si las niñas conocen lo que sucede a lo largo de los 28 días del ciclo, comprenderán que la menstruación es, simplemente, la expulsión del óvulo no fecundado, pero que forma parte de todo un proceso con una razón de ser.
El rechazo a la regla es, en cierta manera, rechazar la feminidad. Es importante que las niñas conozcan su cuerpo, su potencial femenino, aceptándolo y valorándolo. Para ello, deben también valorar su menstruación, pues forma parte de su esencia femenina y de su capacidad reproductiva.
Para ello, es esencial que lo que las madres transmitan a sus hijas sea positivo, con naturalidad, ensalzando las cualidades femeninas asociadas a la reproducción y a la maternidad.
Preparar a las niñas para su primera regla
El papel de las madres es fundamental para ayudar a las niñas a enfrentarse a su primera menstruación de manera positiva.
Es importante que las madres hablen con las hijas, les expliquen lo que ellas necesitan saber y respondan a todas las preguntas que las niñas les hagan.
El relato de la primera regla de la madre es muy positivo para la niña, pues será su referente cuando le llegue a ella. La experiencia de su madre con la primera menstruación le dará seguridad a la niña y le servirá se modelo.
También es muy importante que la niña exprese sus miedos al respecto y que su madre la ayude a elaborarlos y superarlos. Muchas niñas tienen miedo a que les llegue su primera regla en el colegio. Otras piensan que no van a poder dormir si les llega por la noche. Otras creen que les dolerá mucho.
Si se prepara a las niñas para recibir su primera regla de una manera consciente y positiva, éstas serán más capaces de vivir su feminidad en plenitud, no negar su esencia femenina (típico de una sociedad masculinizada) y experimentar los cambios físicos y emocionales asociados a la pubertad con mayor integridad y seguridad.