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El menú equilibrado en el embarazo

La alimentación en el embarazo tiene que ser, sobre todo, equilibrada. Por esta razón, es aconsejable incluir en la dieta diaria de la embarazada fruta fresca, productos lácteos, a ser posible poco grasientos, verduras, hidratos de carbono de absorción lenta, proteínas y cereales. El consumo de azúcares o de grasas saturadas debe ser limitado durante el embarazo. Más abajo te proponemos un menú (desayuno, comida y cena) que favorecerá el desarrollo adecuado de tu futuro bebé, así como tu propio bienestar.

Durante el embarazo es aconsejable incluir en la dieta diaria fruta fresca, productos lácteos, a ser posible con poca grasa, verduras, hidratos de carbono, proteínas y cereales.

Cuando coma carne, asegúrese de que esté muy hecha y procure no tomar alimentos poco curados como jamón, chorizo u otros embutidos, ya que pueden transmitir toxoplasmosis al feto, ocasionándole graves daños en el cerebro o provocándole una ceguera.

La embarazada puede que en ocasiones rechace alimentos que antes consumía sin problemas. Se trata de una reacción frecuente en la gestación que no tiene mayor importancia. En ningún caso se debe forzar el consumo de alimentos que no se toleran.

El desayuno de la embarazada

Una infusión, acompañada de un zumo de frutas frescas y una tostada de pan integral. Se puede alternar con un yogur desnatado o queso fresco y un tazón de cereales con leche.

Si sufres mareos o náuseas durante los primeros meses, lo mejor es desayunar en la cama y esperar una media hora antes de levantarse.

La comida de la embarazada

El menú debe ser variado. En invierno se pueden consumir legumbres como lentejas, judías y garbanzos. En verano, una buena ensalada de verduras frescas, de pasta o de arroz, siempre aliñada con aceite de oliva y con un chorro de limón natural.

 De segundo plato, no se deben olvidar la carne o el pescado, ricos en proteínas y esenciales para el desarrollo del feto.

De postre, una pieza de fruta cruda, bien lavada y pelada. Se puede tomar también queso con un poco de miel y, ocasionalmente, algún dulce como pasteles, bombones o un trozo de tarta.

La cena de la embarazada

Los huevos son ricos en vitaminas. En tortilla francesa, pasados por agua o cocidos resultan muy adecuados por la noche.

Para evitar una sensación de pesadez y una mala digestión después de la cena, es conveniente tomar alimentos ligeros como judías verdes, espinacas o acelgas. Estas verduras se pueden acompañar con una patata cocida. Antes de acostarse se puede beber un vaso de leche descremada. Durante el embarazo se recomienda la ingestión diaria de un litro de leche o una cantidad similar de derivados lácteos.

Un menú saludable para embarazadas

A continuación, te proponemos un ejemplo de menú para embarazada, rico en hidratos de carbono, cereales, verduras, legumbres…

El desayuno de la embarazada

  • Zumo de fruta natural
  • Cereales con leche
  • Una infusión
  • La comida de la embarazada

  • Ensalada de pasta con tomate, bonito en aceite y unas aceitunas
  • Merluza al horno con una patata
  • Una pieza de fruta
  • La cena de la embarazada

  • Sopa de legumbres
  • Una tortilla francesa muy hecha
  • Queso fresco
  • Tanto en la comida como en la cena, tomar pan integral y beber agua, a ser posible mineral.