Viajar con tu bebé puede ser una experiencia muy gratificante para toda la familia. Al ir de viaje, el bebé cambia de ambiente y descubre un mundo nuevo con muchas opciones para investigar, explorar, jugar… Los padres hemos de tener en cuenta que viajar con niños requiere una mayor planificación. Así, debemos dedicar tiempo a organizar el viaje con antelación.
Se acercan las vacaciones pero este año cuentas con una novedad importante: ¡eres madre! Quizás sientas nostalgia de aquellas escapadas inesperadas y todoterreno de antaño en las que todo era posible.
No te preocupes: viajar con niños puede resultar igual de apasionante con un poco de organización.
Muchas personas asocian la idea de viajar con niños a adjetivos como «desbarajuste» o «cansancio». ¡Nada más lejos de la realidad!
Si planificas las vacaciones con tiempo y te armas de paciencia, la experiencia puede resultar tanto o más fascinante que cualquier otro viaje. Y no olvides la mayor ventaja: si te atreves a mirar a través de la óptica de tu hijo, salir del entorno cotidiano con el bebé, te permitirá redescubrir ese nuevo mundo que se abre a vuestro alrededor.
Ventajas aparte, es importante que seas consciente de este cambio que tiene lugar. Los más pequeños requieren una atención, servicios y precauciones especiales. Desde el equipaje adecuado hasta las actividades que vamos a desarrollar para ocupar su tiempo libre.
Por eso, si tu hijo es un poco más mayor (no es un bebé) es importante que lo involucres en la organización del viaje. Así comprenderá que su colaboración es necesaria para que todos los miembros de la familia disfruten de unas verdaderas vacaciones.