A veces pienso que mi pequeña fiera de tres añitos es una especie de ser bipolar. En general se trata de una niña dulce, algo marimandona y tremendamente femenina.
En las negociaciones cotidianas siempre tengo que tirar de argumentos como:
-Si recoges los juguetes te pongo cremita de la de mami.
O:
-Si cenamos todo te pinto las uñitas.
-Vale. Y me dejas tus tacones –contesta tan tranquila sin levantar los ojos del plato de espinacas.
-Bueno, venga (es que no sé si os he comentado que mi niña es una máquina del chantaje y siempre me saca algo más; creo que debería aprender de ella).
Pero en ocasiones, esta armonía se quiebra en mil pedazos, sobre todo cuando yo no hago uso de la paciencia que cabría esperar de una madre adulta y madura. Y es que una tiene sus días; de modo que ante el comentario de “No me quiero poner ese pantalón” me disparo y le espeto: “Pues me da igual!!! Te lo pones y punto que para eso soy tu madre y mando en esta casa. Además, si no espabilas vamos a llegar tarde al cole!!” (sé que no suena muy democrático pero…).
Para entonces ya no hay nada que hacer: Una y otra vamos subiendo el tono hasta que, de pronto, veo cómo se va poniendo roja de la rabia, y con los ojos dilatados por la ira se tira al suelo dando patadas y pegando aullidos (y no siempre tengo la suerte de que el suelo sea el objeto de descarga, que en más de un conflicto se me ha abalanzado para darme un mordisco o similar).
A estas alturas del drama necesito de la imperiosa intervención de un tercero (el papá, para más señas) para sembrar un poco de paz en el ambiente. Yo también termino llorando, pero mi princesa y yo acabamos abrazándonos, besándonos y jurando ambas que no lo vamos a hacer más. Huelga decir que al colegio no llegamos en hora ni de broma, y a la oficina tampoco (¡que sería de mí sin la bendita excusa del atasco!).
En fin, que como os comentaba en otro de estos microrrelatos, ¡hay que ver lo difícil que es educar!!!
¿Tienen muchas rabietas vuestros niños? ¿Sois capaces de afrontarlas con serenidad? ¿Me dais algún truquillo para no perder la calma: yoga, pilates…?
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