No es raro que el bebé prematuro presente episodios de apnea durante el sueño. Esto significa que, debido a la inmadurez de sus pulmones, el bebé se olvida momentáneamente de respirar mientras duerme. Existen unos monitores especiales que detectan las paradas respiratorias del bebé y avisan a los padres o médicos mediante una alarma.
La apnea es una forma de respiración irregular. En realidad, la palabra apnea quiere decir ausencia de respiración.
El bebé parece que “se olvida de respirar” durante un rato. Esto pone en peligro su vida, especialmente si se produce durante el sueño del recién nacido.
La apnea se produce, en el bebé prematuro, por la inmadurez de sus pulmones y de los centros de control de la respiración que están en el cerebro.
El bebé prematuro que sufra apneas necesitará un monitor de apneas, un aparato que detecta cuando el bebé deja de respirar y activa una alarma. Cuando suena la alarma, basta con un estímulo suave en la piel del bebé prematuro, para que reanude la respiración espontáneamente.
La mayoría de las veces, las apneas se resuelven sin dejar secuelas en el bebé prematuro. El mayor riesgo de las apneas es que, durante las paradas respiratorias, el cerebro del bebé deja de recibir riego sanguíneo. Por ello, es esencial que, con la ayuda del monitor de apneas, el bebé prematuro pase el menor tiempo posible sin respirar.