El método Pilates puede practicarse durante el embarazo, siempre y cuando tu ginecólogo esté de acuerdo. Debe realizarse bajo la supervisión de un instructor especializado. Promueve el desarrollo y mantenimiento de la musculatura, la flexibilidad, el equilibrio en el movimiento y la relajación. Es una terapia alternativa recomendable para embarazadas.
El método Pilates es una técnica desarrollada a principios del siglo XX por el atleta alemán Joseph Pilates. Este método se basa en una serie de ejercicios dirigidos a mejorar la flexibilidad y fuerza de todo el cuerpo, sin incrementar su volumen.
Esta técnica combina una serie de movimientos controlados y técnicas de respiración. Así pues, une el dinamismo y la fuerza muscular con el control mental, la respiración y la relajación.
Se practica en el suelo, utilizando el propio peso del cuerpo para oponer resistencia. Los ejercicios se basan en movimientos controlados, coordinados con la respiración, con el fin de conseguir un cuerpo equilibrado, armonioso. Mediante la práctica de los mismos se va tomando conciencia de las fortalezas y limitaciones del propio cuerpo.
En esta técnica, la ejecución correcta de cada movimiento es más importante que las repeticiones o series.
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¿Es adecuado practicar Pilates durante el embarazo?
Durante el embarazo, la mujer experimenta enormes cambios en su cuerpo. El aumento de tamaño y volumen hace que las embarazadas tengan que adaptarse a un cuerpo diferente del que tenían antes del embarazo. El centro de equilibrio se modifica, por lo que la forma de caminar también comienza a ser diferente. Esto puede generar molestias a la embarazada, como dolores articulares o musculares.
Asimismo, durante el embarazo, los músculos de la pared abdominal y del suelo pélvico están expuestos a una gran tensión y pueden debilitarse.
Los ejercicios del método Pilates, orientados a mejorar la flexibilidad y fuerza muscular, son recomendables durante el embarazo. Esto es así porque ayudan al mantenimiento del tono muscular y de la elasticidad, así como a conocer mejor el cuerpo, y a ser consciente de los cambios que se están produciendo en él y adaptarse a ellos en el embarazo.
No obstante, la embarazada debe consultar con su ginecólogo antes de empezar a realizar esta actividad.
Si se decide comenzar a asistir a clases de Pilates durante el embarazo, es importante que éstas estén supervisadas por un especialista que dirija y controle los movimientos adecuados durante el embarazo.