Muchas parejas se preguntan cómo afectará el embarazo a sus relaciones sexuales. Normalmente, en el primer y el tercer trimestre la mujer experimenta un descenso del apetito sexual, a causa de las molestias típicas y la inestabilidad hormonal. El segundo trimestre el interés sexual de la embarazada suele aumentar. Hay casos de contraindicación del coito durante el embarazo, en los que podréis practicar otras formas de expresión sexual.
El embarazo es un periodo de grandes cambios físicos, psicológicos y emocionales en la futura madre. Estos cambios también afectan a la sexualidad de la pareja, que varía mucho de una mujer a otra y a lo largo del embarazo.
Durante la gestación, algunas parejas disfrutarán de momentos especiales en la intimidad. Para la embarazada el deseo sexual varía a lo largo de los diferentes trimestres de embarazo debido a los cambios hormonales que experimenta en este periodo.
Por lo general, al inicio del embarazo algunas mujeres experimentan una disminución de la líbido. En este periodo, la embarazada sufre algunas molestias típicas del embarazo, como náuseas y vómitos, que le impiden compartir con su pareja una relación sexual tranquila. Esto no significa, sin embargo, que ocurra en todos los casos.
Otras embarazadas disfrutan de momentos íntimos gratificantes con su pareja desde el inicio de la gestación. Esto, como todo, depende de cada caso concreto.
Una preocupación común en la mayoría de las parejas es si con la práctica sexual pueden dañar al feto. En principio, siempre que no haya ninguna contraindicación médica que lo indique, la pareja puede practicar el sexo durante todo el embarazo.
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¿Cómo afecta el embarazo a la libido?
Por lo general, el deseo disminuye durante el primer trimestre del embarazo debido al cansancio y las náuseas.
En el segundo trimestre de embarazo , la embarazada probablemente experimente un aumento de la libido . Esto es debido a que en esta fase del embarazo, desaparecen algunas de las molestias típicas del primer trimestre y los niveles de hormonas se estabilizan.
En el último trimestre del embarazo, suele disminuir de nuevo el interés sexual ya que reaparecen en la embarazada el cansancio y molestias por el tamaño del abdomen.
Durante el embarazo las relaciones sexuales mejoran para algunas parejas. Por un lado, la mujer y el hombre se encuentran más relajados al no ser necesarios métodos anticonceptivos. Por otro, los órganos sexuales y los pechos de la embarazada se encuentran más sensibles, debido al mayor flujo sanguíneo y a la gran cantidad de hormonas que circulan por el organismo de la mujer.
¿Corre algún peligro el feto durante las relaciones sexuales?
En ocasiones se teme dañar al feto si se practica el coito, pero se trata de un temor infundado. El feto se encuentra protegido por la bolsa de líquido amniótico que actúa como almohadilla y por el tapón mucoso del cuello uterino que no permite la entrada de ninguna bacteria en el útero.
En ocasiones tras un orgasmo el útero de la mujer embarazada permanece duro unos minutos y se producen algunas contracciones que no entrañan ningún peligro.
¿Se puede practicar el coito hasta el final del embarazo?
Hasta casi el final del embarazo siempre que el tapón mucoso no se haya desprendido ni se haya roto la bolsa de líquido amniótico (el contacto podría causar una infección).
Algunos expertos aseguran que el coito puede ser una forma de estimular el parto, si se retrasa. La razón es que en el semen existe una hormona llamada prostaglandina que actúa sobre el cuello del útero, reblandeciéndolo.
¿En qué casos está contraindicado el coito en el embarazo?
Lo normal es que el médico limite o contraindique totalmente el coito siempre que se produzcan hemorragias vaginales, por muy pequeñas que éstas sean.
También durante el primer trimestre en mujeres con antecedentes de aborto o pérdidas que les hayan obligado a mantener reposo en embarazos anteriores.
Si la mujer ha tenido con anterioridad un parto prematuro, es recomendable dejar de practicar el coito entre ocho y doce semanas antes de salir de cuentas.
Cuando existe un alto riesgo de hemorragia, como en la placenta previa o el desprendimiento de placenta, se contraindica totalmente.
El coito no es la única forma de expresión sexual
El descenso de la libido o la imposibilidad de practicar el coito por contraindicación médica no deben ser motivo de preocupación. Existen otras formas de expresión sexual que pueden resultar igual de satisfactorias y placenteras.