Las deposiciones del bebé serán diferentes en función de si toman alimentos sólidos o no. Habrá variaciones en cuanto al color y la frecuencia de las mismas. Las características en función del tipo de alimento que toma el bebé deben conocerse para saber detectar si sus deposiciones son normales o pueden estar indicando alguna alteración.
La primera vez que los bebés vacían su intestino echan unas deposiciones negras, espesas y pegajosas: el meconio.
Suelen expulsarlo durante las primeras 24 horas de vida. El meconio es expulsado gracias a la acción laxante del calostro. Esto ayuda a eliminar la bilirrubina y a evitar la ictericia.
Los días siguientes las heces pasan a ser verdosas y enseguida, amarillas.
Las heces suelen ser de color amarillo-oro, con parte semilíquida que escapa por el pañal, junto con grumos más o menos consistentes. Suele expulsarlas con gran ruido de gases.
El olor de las heces suele ser un poco ácido. Ese olor ácido está relacionado con la leche materna, cuya composición hace que se desarrolle en el intestino del bebé un tipo de bacterias beneficiosas que impiden que crezcan otras más dañinas.
Puede haber muchas variaciones en el ritmo de vaciado, siendo todas normales. Es normal que los bebés hagan caca varias veces al día (2-8 veces), por lo general, después de las tomas o durante las mismas.
Pero también es normal un pseudo-estreñimiento (o falso estreñimiento): es decir, hacer caca sólo 2-3 veces a la semana o incluso cada 6-7 días. Las heces siguen siendo blandas, por eso no es un verdadero estreñimiento. En este caso, no hace falta forzar la evacuación si el bebé no está molesto (aunque seguramente se atribuirá a esto la inquietud y el llanto de las tardes). Ver El llanto y cólicos del lactante. La introducción de otros alimentos, incluyendo agua, infusiones o un biberón aislado, modifica la flora intestinal y cambia el color de las heces.
El color de las heces por lo general tiene poca importancia. Está asociado al tipo de alimentación. Los nuevos alimentos modifican la flora intestinal.
Con la ingestión de alimentos sólidos, las deposiciones se harán más consistentes y variables en color. Los azúcares y grasas aumentan el olor de las evacuaciones mientras que verduras como la remolacha les darán un color diferente.
Cuando las comidas no se han filtrado, las deposiciones pueden contener trozos de alimentos sin digerir, como cáscaras de guisantes o piel de tomate u otras verduras. El sistema digestivo de los bebés no está todavía preparado y tardará tiempo en asimilar bien estos alimentos nuevos.
En el caso de que las deposiciones sean muy líquidas o con mucosidades, podría tratarse de una irritación del tracto digestivo. Se debe consultar al pediatra por si existe algún problema digestivo.