Durante el primer año de vida, el bebé experimenta grandes transformaciones físicas y psicológicas a las que tiene que adaptarse. Ante los cambios más abruptos suelen aparecer fases de crisis transitorias que le preparan para asimilar dichos cambios. Los padres debemos conocer estos momentos críticos y estar preparados para ayudar al bebé a superarlos cuando aparezcan.
Justo antes de dar un paso adelante en cualquier línea del desarrollo (motor, cognitivo, emocional…), suele haber un periodo de «desorganización» en el niño.
Su cerebro tiene que adaptarse a las nuevas capacidades.
En realidad estos momentos críticos son un indicio de la maduración del bebé
Lo que los padres perciben es que cambia el comportamiento de su bebé: está más llorón y enmadrado, es más difícil de entender y consolar.
Existen unos 7 «momentos críticos» durante el primer año. Aunque es difícil un ajuste matemático a la edad, es probable que noten al niño más inquieto:
- Alrededor de la cuarentena.
- A los 2 meses
- A los 3 meses
- A los 4 meses y medio
- Entre los 6-7 meses
- Entre los 8-9 meses
- Entre los 11-12 meses
Esos momentos críticos no significan que el bebé se haya vuelto «malo» ni que los padres no estén educando a su hijo correctamente. Recuerda que se trata solo una situación transitoria.
Tu hijo necesita mucho cariño y comprensión. En pocos días, volverá el bebé tierno y alegre que era antes.