A partir de los 6 o 7 meses de vida, los padres pueden observar los primeros intentos de su hijo por mantenerse de pie. Lo normal es que el bebé tarde todavía unos meses en conseguirlo, pero conviene, aún así, sujetar al bebé de pie para animarle a ir ensayando esta postura.
Entre los 4 y 7 meses, las piernas del bebé se fortalecen y comienzan a sostener su peso cuando un adulto le pone de pie sobre su regazo, aunque seguramente lo hará cruzando las piernas.
Pero es a los 6-7 meses cuando el bebé trata de mantenerse en pie y disfruta ejercitando esa postura.
El bebé estira las piernas (sin cruzarlas ya) y empuja hacia abajo presionando con los pies.
A veces parece que da saltitos.
Todavía faltan muchos meses para que el bebé pueda mantenerse en pie por sí mismo.
A pesar de ello, algunos bebés intentarán mantenerse en pie apoyándose en un adulto o sujetándose a algún objeto.