SaludSíndrome de muerte súbita del lactante

Síndrome de muerte súbita del lactante

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El síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) es un cuadro clínico de origen confuso, pero cuyo resultado es la muerte brusca de un bebé pequeño, sin ningún síntoma previo. Es decir, un bebé aparentemente sano unas horas antes aparece muerto en su cuna.

Es una situación sin duda trágica para las familias que la viven.

¿POR QUÉ SE PRODUCE?

Todavía no se conoce con certeza la causa o causas. Continuamente se investiga sobre este tema.

Se ha atribuido a diversos factores, todos ellos relacionados con la inmadurez de los sistemas de control del sistema nervioso central (los que regulan el sueño y la respiración mientras el bebé duerme).

¿HAY ALGÚN FACTOR QUE PREDISPONE?

Es más fácil que ocurra antes de los 6 meses. La mayoría de los bebés que lo sufren previamente no han mostrado ningún síntoma de alarma.

Se sabe que algunas condiciones pueden predisponer a este accidente fatal como:

  • Dormir boca abajo o de lado.
  • Ser prematuro.
  • Tener problemas respiratorios durante las primeras semanas (apnea, displasia broncopulmonar…).
  • Tener algún hermano que haya sufrido muerte súbita.
  • Si la madre es fumadora.

Cuando se tiene algún indicio de que existe riesgo de SMSL, se pueden utilizar unos dispositivos que registran la respiración y el latido cardiaco del bebé. Pueden ser solicitados a los hospitales o bien los propios médicos lo pueden recomendar.

Se llaman monitores de apneas. Detectan los descensos de la frecuencia cardiaca y respiratoria por debajo de ciertos valores y hacen sonar una alarma. Se pueden utilizar durante todo el día o solamente cuando el bebé duerme.

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¿QUÉ HACER SI OCURRE?

Lo primero sería intentar maniobras de reanimación o resucitación y pedir ayuda. En ocasiones, si los bebés han sido atendidos con prontitud y se recuperan, se denomina «Episodios aparentemente letales».

Pero si ya no hay salida y ha sido imposible la reanimación y se sospecha que ha sido el SMSL, la familia puede:

  • Solicitar permiso para estar un rato a solas con el bebé fallecido. Es necesario llorar, abrazarle y decirle adiós.
  • Solicitar que se realice la autopsia al bebé. Puede contribuir a que avancen las investigaciones sobre las causas del SMSL, pero también puede permitir que se descubra que la causa fue algún otro proceso.
  • Solicitar ayuda psicológica. Perder un hijo es algo muy serio que afecta de forma profunda a las familias (a todos sus miembros).
  • No culpabilizarse. Por definición es un cuadro imposible de prever (salvo raras excepciones). Pero la naturaleza humana impulsa a preguntarse por qué, a dar vueltas a las circunstancias que podrían haber sido diferentes, a atribuirse culpa o a buscarla en otros.
  • Darse tiempo. El duelo por un ser querido, el trauma por la pérdida de un hijo, requiere ser elaborado a lo largo de bastante tiempo. Es distinto para cada persona; distinto para el padre y para la madre.
  • Puede ser interesante buscar el apoyo de alguna asociación de autoayuda.

Sobre el autor

Ana Martínez Rubio
Licenciada en Medicina y Cirugía. Especialista en Pediatría.

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