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¿Por qué ha cambiado poco (o nada) la atención al parto? Entrevista al Dr. Paricio

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Cuesta creer que un momento tan emocionante en la vida de unos padres como es el parto y el nacimiento de su bebé, se trunque por rutinas médicas de dudosa evidencia científica, o que se establecieron hace años sin estar demostrada su utilidad, o que hoy ni siquiera se cuestionan pese a haber alternativas. ¿Lo peor de esta circunstancia? Que no se haga nada. De esto y de otros temas, hablamos con el Dr. José María Paricio, un profesional con mucho sentido común y partidario de la triple C (Calor, Cariño y Caricias).

El Dr. José María Paricio es un referente en el mundo de la pediatría y partidario de los métodos y estilos de vida respetuosos con la madre y el bebé. De ahí, lo de la triple C (Calor, Cariño y Caricias). En la actualidad, combina su trabajo en el hospital de Alcoi y en el Servicio de Transporte Neonatal de la Provincia de Alicante.

Ha sido miembro del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría (2000-2013). Ha participado en la elaboración de la Guía de Práctica Clínica sobre la Atención al Parto del Ministerio de Sanidad. Es fundador de www.e-lactancia.org, una web que proporciona información de utilidad para las madres sobre la compatibilidad de algunos medicamentos u otros productos con la lactancia. Y ha escritoTú eres la mejor madre del mundo (Ediciones B), un libro imprescindible que no juzga a las madres, ni las crítica, sino que les da voz, las apoya y las anima a que dejen de sentirse culpables.

Durante el ejercicio de su profesión, el Dr. Paricio ha sido valiente y pionero. Fue uno de los profesionales que defendió la existencia de unidades de neonatos con puertas abiertas 24 horas para los padres y que evitó las reanimaciones sistemáticas al bebé recién nacido para favorecer el apego, entre otras muchas prácticas respetuosas.

Pero no todo ha sido un camino de rosas. En el año 2012, el Dr. Paricio fue destituido de su puesto como jefe de servicio de pediatría del hospital de Denia, Alicante. Tras esto, diferentes profesionales de la salud y madres realizaron una intensa campaña a través de las redes sociales para mostrar su apoyo e indignación. No se consiguió la readmisión, pero se ganó el respeto y admiración de compañeros y de muchísimas madres.

En definitiva, el Dr. Paricio ha observado el comportamiento de las mamás y de sus pequeñas crías muy de cerca. Las conoce y las entiende. Las ha visto parir, con o sin miedo. Las ha visto alimentar a sus bebés, mediante el pecho (siempre preferiblemente) o con el biberón. Y ha visto todas esas cosas que se repiten en todas las madres ante un hecho tan crucial y trascendental en nuestra vida cómo es ser madre.

En Elbebe.com lo entrevistamos:

¿Demasiadas pruebas médicas en el recién nacido?

Pregunta: Si un recién nacido fuera consciente de la cantidad de pruebas que le van a realizar nada más nacer (zarandeos, aspiración orofaríngea, sondaje hasta el estómago, aspiración gástrica, etc). ¿Cree que se echaría a correr de nuevo hacia el útero de su madre? ¿Son tan necesarias estas pruebas?

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Nacer conlleva un estrés tremendo. Es un cambio de estilo de vida radicalmente diferente y además el camino a recorrer no es cómodo. Es un túnel demasiado estrecho, anfractuoso y asfixiante. El bebé, dentro de su madre, está preparado para ello, todas las hormonas del estrés se ponen a tope y normalmente logra salir airoso de esa prueba. Nada más nacer se encuentra en un estado de alerta impresionante y le cuesta reconocer todo ese ambiente tan distinto del cálido y envolvente hogar en el que hace nada vivía.

Click to Tweet: Nacer conlleva un estrés tremendo para el #bebé. http://ctt.ec/8wH4y 

Pero el bebé también está preparado para sobrevivir y encontrar de nuevo su hogar: el olfato le guía hacia su madre, hacia su pecho. Su olor le recuerda al del líquido amniótico que tan bien conoce, la voz de su madre es la misma que ya ha oído cuando estaba dentro de ella. Solo que ahora la escucha más nítida. Los brazos de su madre lo envuelven casi como las paredes del útero y hasta llega a oír el bum-bum del corazón al que estaba acostumbrado y le adormecía. Al final se tranquiliza al ver que su madre es, por fuera, casi tan reconfortante como por dentro.

Si interrumpimos sin necesidad todo este proceso de adaptación y reconocimiento mutuo que debe empezar por poner al bebé en el regazo de su madre nada más nacer, prolongamos y agudizamos la situación de estrés del recién nacido (y de la madre). Malversamos el estrés neonatal, que sirve para adaptarse y reconocer a su madre y hasta para poder mamar al poco de nacer, pues esas energías las desperdicia el recién nacido en defenderse de nosotros y de nuestras gratuitas e innecesarias agresiones. Otra cosa es que el recién nacido necesite ayuda de veras, lo que no ocurre a menudo, menos del 10% de las veces.

Click to Tweet: Las maniobras de reanimación solo hay que emplearlas cuando el bebé las necesita. http://ctt.ec/WUfL6

Al igual, la madre invierte su caudal de estrés en angustia de separación en lugar de en labores de reconocimiento, aprendizaje y contacto. Está demostrado que todo lo que entorpezca el periodo de contacto inicial es perjudicial para la salud del recién nacido, pues tiene más riesgo de problemas que pueden hacerle ingresar en el hospital y es más probable que se dificulte (o no ocurra) la lactancia.

Resumiendo: las maniobras de reanimación solo hay que emplearlas cuando el bebé las necesita.

¿Por qué los partos siguen siendo excesivamente instrumentalizados? 

P: Los partos en mujeres de edades más avanzadas pueden ser más complicados que los de mujeres mucho más jóvenes. ¿Esta situación explica el aumento de la instrumentalización en los partos?

El aumento de la instrumentalización en el parto se debe a diferentes factores, como la falta de rigor científico, el aumento de las demandas judiciales y las diferencias en la formación MIR de los futuros obstetras. 

R: No, esa situación sólo explica una pequeña parte de la agresividad obstétrica en torno al nacimiento. La falta de rigor científico es la responsable de la instrumentalización innecesaria y de las cesáreas así mismo innecesarias, que se están practicando en muchos países del mundo, entre otros en el nuestro.

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A ello se suma una judicialización cada vez mayor de la práctica médica (los médicos y en especial, los obstetras tienen miedo justificado a ser demandados judicialmente) derivada de las relaciones anómalas entre médicos y ciudadanos. En una sociedad desacostumbrada al diálogo entre personas, estas relaciones están basadas en la desconfianza mutua y la agresividad: el consentimiento informado por una parte y la demanda judicial de otra.

A ello se suma el estilo de formación MIR de los futuros obstetras, que no es uniforme en todo el territorio y que puede primar al ginecólogo por encima del obstetra. Muchos factores muy difíciles de resolver, tanto que se puede considerar un problema de Salud Pública, como así se ha entendido desde el Ministerio de Sanidad al elaborar la Guía de Práctica Clínica sobre Atención al Parto Normal.

¿Por qué ha cambiado poco (o casi nada) la atención al parto?

P: A pesar de las recomendaciones de la Guía de Práctica Clínica sobre la Atención al Parto Normal, los partos en muchos hospitales públicos apenas han cambiado. Solo se han conseguido reducir las episiotomías. Pero no otras prácticas inadecuadas (maniobra Kristeller, inducción al parto, instrumentalización del parto, cambio de la posición de la madre, administación de oxitocina). Si hay un protocolo que señala cómo debe ser un parto, ¿por qué cree que se siguen realizando estas prácticas?

R: Participé en la elaboración de esa guía del Ministerio como pediatra en lo que tiene que ver con las actuaciones que conviene hacer a los recién nacidos.

Éramos un grupo de profesionales bastante numeroso, pues había obstetras, matronas, enfermeras, epidemiólogos y… madres. Lo que pone en esa guía está basado en las últimas pruebas científicas publicadas en la literatura, es una guía que sigue los postulados de la MBE (Medicina Basada en la Evidencia). Lo que allí se recomienda es con un alto índice de probabilidad lo más seguro y suficiente para que todo vaya bien.

El que todavía hoy muchos profesionales no cumplan sus recomendaciones, indica la gran resistencia al cambio que existe, pero también una falta de rigor en muchos servicios y en especial, por parte de sus responsables, que son incapaces de tener una sesión de discusión, de actualización de protocolos con sus compañeros.

La paradoja es que si sale hoy una nueva guía sobre el tratamiento de la neumonía o el infarto, por ejemplo, la gran mayoría de servicios lo actualizan inmediatamente. Mientras que las actuaciones en torno a una situación tan frecuente como es el parto y nacimiento, tardan mucho en actualizarse.

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Parto respetado y parto natural, ¿son lo mismo?

P: En su último libro usted dice que es preciso tener las ideas claras y saber que no tiene nada que ver un parto respetado con un parto natural. ¿Cuáles son las diferencias?

Click to Tweet: Los #partos que no son atendidos por personal experto no son naturales, son arriesgados. http://ctt.ec/8A819

R: Si cuando hablamos de parto natural estamos hablando de un parto en el que la mujer no está acompañada por personal experto en asistencia al parto y al recién nacido, yo no le llamaría natural, sino parto arriesgado, parto desatendido. Debido a partos así, miles de mujeres mueren cada día en el mundo o quedan gravemente lesionadas de por vida en la zona perineal y miles de recién nacidos mueren o quedan con secuelas.

El parto en la mujer jamás fue una actividad solitaria. El peculiar canal de parto y el tamaño de la cabeza del recién nacido en nuestra especie hace que sea más complicado el nacimiento que en otros mamíferos. Por eso desde siempre la mujer, a diferencia de las hembras de otros mamíferos, ha buscado ayuda profesional para dar a luz: las antiguas parteras, comadres y más modernas matronas han asistido al parto desde tiempo inmemorial y recientemente los médicos obstetras.

El peculiar canal de parto y el tamaño de la cabeza del recién nacido en nuestra especie hace que sea más complicado el nacimiento que en otros mamíferos.

El porcentaje de dificultades que pueden aparecer, poniendo en peligro la seguridad de madre y bebé, hace que debamos ofertar una asistencia profesional durante el nacimiento como parte del respeto que debemos a estas dos personas. Un parto respetado es un parto en condiciones de seguridad, pero esto no es lo único que implica un parto respetado.

Yo opondría mejor parto respetado frente a parto irrespetuoso, no frente a parto natural, ya que si eliminamos las condiciones de inseguridad, el parto respetuoso debe ser natural.

El parto respetado es aquel en el que la mujer está perfectamente informada de todo lo que ocurre con su cuerpo, de lo que se le va a hacer, de si se debe intervenir para ayudar o por motivos de seguridad, tanto a ella como a su bebé. Siempre que se pueda se habrá pactado previamente las acciones a realizar (consentimiento informado).

Un parto respetado es aquel en el que la mujer y el bebé se sienten todo lo bien que desean y pueden sentirse. Un parto respetado es aquel en el que la mujer es tratada con el máximo respeto y educación debidos a su situación. El que se oferten condiciones de seguridad, no quiere decir que haya que utilizarlas. Solo si es preciso. En fin, debe haber definiciones mejores de parto respetado. Recomiendo encarecidamente mirar la página de la asociación El parto es nuestro.

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