Las rabietas se producen cuando el deseo de independencia del niño choca con los límites que establecemos los padres. Los niños de 1 año en adelante necesitan reafirmar su personalidad. Ésta es una característica de su desarrollo emocional. Los berrinches son la forma de expresar sus emociones en forma de gritos, llanto encolerizado… Consulta las situaciones que los desencadenan.
Los niños empiezan a tener rabietas en la edad en que se despierta su necesidad de autonomía y ésta choca con los límites que le imponen sus padres y el medio social.
Cuando los bebés son más pequeños, tienen otro tipo de rabietas, motivadas por la frustración de no poder lograr algo (pues no tienen suficiente habilidad) o cuando no les entienden los adultos (pues su lenguaje es aún inmaduro). Desde los 9 meses se pueden dar por tanto este tipo de “berrinches”.
El modo en que los padres van manejando estas primeras manifestaciones de la frustración del bebé y el tipo de relaciones familiares, van a condicionar que las rabietas se mantengan, vayan desapareciendo o …aumenten.
Entre los motivos de las rabietas pueden estar:
- La frustración del niño por no poder hacer algo “inmediatamente”.
- Su deseo de controlar el ambiente, su deseo de “omnipotencia”.
- El deseo de llamar la atención, de ser el centro, para recibir cariño. Algunos niños descubren que “portándose mal” reciben mucha atención y cuando “son buenos” nadie les hace caso.
- Cuando las normas de comportamiento son poco claras o incoherentes, el niño trata de descubrir dónde están los límites.
- Cuando los padres dan otras muestras de incoherencia o inconsistencia.